martes, 21 de agosto de 2012

Everton amenaza con ser el gran agitador de esta Premier League


La primera en la frente. Así se la llevó el Manchester United, que se las prometía felices ante su visita a Goodison Park y con la puesta en escena de sus fichajes de relumbrón. Pues el Everton de David Moyes dio la sorpresa. Un Everton batallador a la par que dotado de chispazos de calidad presentó sus credenciales como auténtico agitador de la Premier League. Muy a pesar de sus problemas económicos este equipo sigue manteniendose en una línea ascendente y no parece descabellado que los de Goodison Park puedan obrar la machada de clasificar delante del Liverpool otra temporada más. Todo ello pese a que el Everton es cada año objeto de objeto de la mirada indiscreta de los más grandes de la liga que tantean a sus mejores estrellas hasta el punto de acabar llevándoselas lejos de la ciudad.

El Everton, pues, que consiguió vencer 1-0 en casa ante un Manchester United que lució desde el inicio al japonés Shinji Kagawa pero no al recientemente incorporado Robin van Persie. Los ‘Red Devils’ que plantaron sobre el césped del Goodison Park un once tan llamativo como innnovador. Y ya se sabe que los experimentos… con gaseosa. Sin Evans, ni Ferdinand, ni Smalling, ni Phil Jones el United tuvo que salir con lo puesto en defensa: Vidic y Carrick en el centro y Evra y Valencia de laterales. Dos variantes que en el caso de Carrick resultaron decisivas para el signo final del encuentro. Los de Ferguson que no se encontraron cómodos en ningún momento y tampoco encontraron la forma de crear claras ocasiones, más allá de tiros exteriores. El Everton, ordenado como siempre tuvo sus oportunidades y no falló a la hora de definir. Marouane Fellaini, omnipresente, remató de cabeza un córner dejando retratado a su marcador. Tiempo después Gibson y Osman tuvieron ocasiones para poner el segundo. Por su parte, Ferguson tuvo que dar entrada a Van Persie, que se escoró al flanco derecho a veces y no encontró su sitio.

Decisivo. Fellaini marcó la diferencia con su excelente cabezazo 


Sorprende que el Everton haya conseguido mantener a sus figuras en la plantilla y con un compromiso máximo en el proyecto. Buen verano sin duda. Además de garantizarse la continuidad de Pienaar, Fellaini, Howard, Baines, Jagielka y Jelavic los de David Moyes han fichado bien y barato: Steven Naismith del Rangers y Kevin Mirallas del Olympiakos, ambos jugadores de delantera. La única baja sensible es la de Jack Rodwell, recientemente reclutado por el Manchester City.

Fulgurante inicio de Fulham y Swansea
Por lo demás cabe destacar el impresionante inicio del Fulham y el Swansea que doblegaron a Norwich y a Queens Park Rangers ambos por el mismo marcador de 5-0. El español Michu firmó un doblete con el Swansea y el croata Petric hizo otro par de tantos para el Fulham. Un Fulham que comienza sin el rebelde Clint Dempsey del que se espera acabe vinculándose con otro equipo Premier League con mayores aspiraciones competitivas antes de que se cierre el mercado.

El Newcastle venció en casa al Tottenham Hotspur en uno de los duelos calientes de la primera jornada liguera. El francés Ben Arfa deshizo la igualada en el minuto 80 con gol de pena máxima. Antes habían marcado Papiss Cissé y Defoe. Los errores defensivos condenaron al Tottenham de André Villas Boas.

Más se esperaba del reforzado Arsenal, ya sin Van Persie en su inicio liguero en el Emirates Stadium frente al siempre rocoso Sunderland. Las oportunidades cayeron del lado Gunner pero ni Giroud, ni Podolski supieron materializarlas. Después del 0-0 la imagen es la de un abatido Wenger, casi impotente tras ver como perdió a su máximo goleador de la pasada temporada al tiempo que comienza el nuevo ciclo con su equipo incapaz de perforar la meta del belga Simon Mignolet. Buen debut del español Santi Cazorla, que formó como titular. Habrá que dar algo de tiempo a los nuevos para que se acoplen pero este equipo tiene –incluso sin RvP- calidad y jugadores para mucho más. Una dura prueba le espera al Arsenal el próximo fin de semana con la visita al Stoke City de Tony Pulis. Los de Stoke on Trent arrancaron un empate en su visita al Reading.


Mal comienzo del Liverpool
La gran sorpresa de la jornada junto al traspié del United fue la calamitosa actuación del Liverpool fuera de casa que propició su derrota ante el West Bromwich Albion por 3-0. Luis Suárez que tuvo un par de ocasiones para desnivelar la balanza antes del descanso pero no pudo aprovecharlas. Sí lo hizo por su parte el WBA que se adelantó con una impresionante volea desde fuera del área del húngaro Zoltán Gera. Desde ahí todo fue coser y cantar ante un Liverpool errático, pérdido y superado ante el orden defensivo de los pupilos de Steve Clarke. Mal debut para Brendan Rogers que espera algún refuerzo y que tiene mucho trabajo por delante para tratar de cambiar el rumbo de la nave ‘red’.

Los únicos grandes que no fallaron fueron el Chelsea y el Manchester City, que empezaron ganando aunque deformas muy diferentes. Mientras los pupilos de Roberto di Matteo no se vieron amenazados en ningún momento por el Wigan, los de Roberto Mancini estuvieron por debajo en el marcador 2-1, a pesar de que se adelantaron por medio de Carlos Tévez. En un partido muy similar a aquel que cerró el pasado curso futbolístico, los citizens dominaron la primera mitad y se fueron con 1-0 pero encajaron dos goles por estar blandos en defensa y al final consiguieron enmendar el marcador tirando de casta y efectividad. Nasri cuajó una soberbia actuación. El City que debe lamerse las heridas dado que el Kun Agüero abandonó el campo lesionado con solo 11 minutos jugados. Se especula con que pueda tener una lesión de larga duración aunque aún no hay nada confirmado. Por su parte, el verdadero artista en el DW Stadium de Wigan fue Eden Hazard que demostró con creces su calidad y se ganó los aplausos de la hinchada visitante.

Finalmente queda reseñar la victoria del recién ascendido West Ham 1-0 ante el Aston Villa. El inicio de campaña perfecto para los de Sam Allardyce que se llevaron el triunfo gracias al gol de Kevin Nolan. El Villa por su parte apareció falto de ideas y con poco peligro arriba. La baja de Agbonlahor se nota. Paul Lambert tiene, como su compañero Brendan Rodgers, mucho que trabajar todavía para conseguir que su equipo pueda demostrar que su estatus es de Premier League.

jueves, 24 de mayo de 2012

Y la Premier se tiñó de 'Sky Blue' (Resumen del año)

Decían los Beatles que el dinero no puede comprar el amor (‘Money can’t buy me love’) y muchos locos por el fútbol pensaban que sólo el dinero no puede comprar el éxito. Esto es que un club sin historia no puede llegar a la cima de la noche a la mañana con dinero, por mucho que este sea. Pues bien, esta temporada 2011-2012 nos ha demostrado lo contrario. El Manchester City ha escalado todavía un peldaño más al conseguir alzarse con la Premier League en un final agónico, de esos que quedan grabados en los anales de la historia y sólo comparable a aquella temporada 1989 en la que Arsenal y Liverpool se jugaron el título en un partido que enfrentaba a ambos en la última jornada. Todo Manchester se ha teñido estos días de azul, azul cielo, y la propia Premier League también. Los ruidosos vecinos ‘Noisy neighbours’, que así gustan llamarse los aficionados del City, han formado este año más algarabía que nunca. De esta forma empezamos el balance de la temporada 2011- 2012 que Escena Premier League quiere brindar una vez más a sus fieles seguidores.

Campeones. Final de infarto, gol de Agüero y título para los 'citizens'


Manchester City ha sido, sin duda, el ganador con mayúsculas. Eramos muchos (me incluyo) los que pensábamos que una temporada como la anterior, en la que los de Mancini levantaron la FA Cup y se clasificaron para la Liga de Campeones, era de momento lo máximo a lo que podía aspirar este City. Pero nos equivocamos. Una más que regular campaña ha permitido a los hasta hace poco segundones de Manchester levantarle el trofeo en el último minuto a sus más fieros rivales. Pienso que ha habido varias claves en este éxito. No me atrevo a poner las cosas en un orden pero sí a enumerar. El Manchester City ha sido un bloque que ha tenido a ‘Kun’ Agüero como su auténtico estilete. El fichaje del argentino se antoja fundamental para entender este triunfo. El ex de Atlético de Madrid coronó su fenomenal año marcando el gol que valió el título y que sumaba el número 23 en su cuenta goleadora (tercer mejor máximo artillero tras Van Persie y Rooney). Dentro de esa solidez del bloque es absolutamente necesario destacar la figura de Vincent Kompany. Este defensa belga llegó a la Premier League sin hacer mucho ruido y ha acabado siendo quizás el mejor central de Inglaterra. Además, el club supo reaccionar a tiempo para incorporar a Tévez, un jugador de raza que no podía estar fuera por una simple rabieta. Finalmente, a parte de la mencionada regularidad, creo que la clave ha estado en los dos partidos que los de Mancini jugaron con el United en liga (1-0 en el Etihad y el escandaloso 1-6 de Old Trafford). Este City del jeque de Emiratos Árabes Mansour bin Zayed Al Nahyan puede no tener límites. 

¿Fracaso del Manchester United? Este año el United no ha levantado trofeo alguno. A estas cosas no está acostumbrado Sir Alex Ferguson. Muchos pueden decir que como los ‘Red Devils’ estuvieron luchando hasta el final no puede hablarse de fracaso. Quizás no lo sea pero sí que debe haber una reflexión. Sí, por que no es normal que el United se quede apeado en la fase de grupos en la Liga de Campeones, por que no es normal que fuera eliminado de esa forma por el Athletic Club en la Europa League y por que tampoco es normal que el equipo pinchara tanto en los últimos compases de la competición doméstica, cuando era primero y se lo jugaba todo. Francamente, este año el United ha sido Wayne Rooney y poco más. Ni Chicharito, ni Welbeck, ni Nani, ni Carrick, ni la defensa. Se salvan de Gea (a ratos), Scholes (voluntarioso y cumplidor a su edad) y Valencia (un puñal por la banda). A medio gas este United no iba a poder nunca con las ganas y el potencial del Manchester City. Es una opinión muy personal pero gran parte de la pérdida de la Premier League ha de achacarse a Sir Alex Ferguson, que se está volviendo cada vez más conservador con la edad. 

Deja una sensación agridulce la temporada para el Newcastle United. Las ‘hurracas’ remaron y remaron para morir en la orilla. Es una auténtica pena por que al menos merecían una cuarta plaza (que a la postre no habría servido para jugar previa de Liga de Campeones luego del triunfo del Chelsea FC). Este equipo nos ha puesto una sonrisa en la boca a todos los aficionados el buen fútbol. Una entidad que en dos años se había desprendido de valores tan importantes como Andy Carroll, José Enrique, Joey Barton y algún otro no podía jugar más que a evitar el descenso… ¿no? Pues una lección de fútbol nos hemos llevado. Gracias al ‘savoir faire’ de un tapado Allan Pardew y la excelente labor de scouting a la hora de fichar este equipo ha sido la bomba. Tim Krul (porterazo), Yohan Cabaye (mucha clase), Hatem Ben Arfa (regateador y pasador de lujo), Demba Ba (artillero incansable) y Papiss Cissé (goleador de pedigrí). Todos fichados en el último año salvo Ben Arfa y casi diría a precio de ganga. Pues han hecho un TEM-PO-RA-DÓN. Una lástima que se desinflaran en el tramo final… pero la Europa League no tiene por que ser un premio menor. 

Este Arsenal FC no da buenas sensaciones. Un año más hubo culebrón veraniego: ‘Cesc’ Fábregas abandonó la nave. El equipo empezó descentrado y tuvo un gran bache de resultados. En la ‘Champions’ una noche aciaga en Milán les apeó y en las competiciones domésticas lo de casi siempre: Wenger confunde a los suyos, pone un equipo de circunstancias y te elimina cualquiera. La gran noticia para la parroquia del Emirates es que Van Persie ha dado un paso al frente. Nos ha demostrado a todos la talla de goleador que tiene. Eso sí, se le ha hecho larga la liga. Se echaron de menos sus goles en las últimas jornadas en las que el Arsenal vio incluso peligrar su puesto de Liga de Campeones. ¿La defensa? Como siempre. Vermaelen y Koscielny te convencen tres partidos y echan todo por tierra en uno. Así no se puede llegar lejos. Vamos a ver si los ‘Gunners’ consiguen mantener a Van Persie y suman alguna incorporación más a la prometedora de Lukas Podolski. ¿Acaso Clint Demsey? Soñar es gratis.

Todo para última hora. De la noche a la mañana el Chelsea ha pasado de hacer una temporada mediocre a arreglarlo todo y ser, quizás, la mejor de toda su historia. La tan deseada Liga de Campeones y la FA Cup en la que derrotaron al Liverpool bien lo merecen. Como no podía ser de otra manera, esta ha sido una temporada convulsa con entrenador despedido (André Villas-Boas, el penúltimo capricho de Abramovich), follón en el vestuario, cambios generacionales que iban a hacerse pero que no se consiguen y un Torres que siguió con la pólvora mojada hasta casi el final. De este equipo se salvan Cech, Drogba, Mata y los momentos de lucidez (cuando los tiene) de John Terry. Auténticos ‘outsiders’. Nadie contaba con ellos para la Liga de Campeones pero el método Roberto di Matteo funcionó. Era cierto que había una deuda histórica con este equipo. Pero vamos, que no esperen más porque ocasiones como esta no van a volver a llegar. 

Un bluff en White Hart Lane. ¿Cómo han podido dejar escapar la Liga de Campeones? Cuando restaba un mes y algo más de competición eran terceros y con ventaja. Pues en ese tiempo dilapidaron los puntos que tenían y han visto como la victoria de sus vecinos londinenses les han dejado otro año más sin jugar la máxima competición europea. Un año decepcionante si tenemos en cuenta que no llegaron nada lejos en la Europa League (fueron eliminados por equipos de medio pelo) y tampoco pudieron llegar a la final de la FA Cup. Los flirteos de Harry Redknapp con Inglaterra y la baja forma de algunas estrellas pueden explicar la temporada. Quizás tiempos pasados fueran mejores en White Hart Lane. Lo cierto es que jugadores como Modric o Bale pueden tener las horas contadas en el norte de Londres. 

David Moyes nunca deja de sorprendernos. Si tienen un equipo en dificultades económicas y cero euros para gastar no busquen más, contraten al escocés. Este año ha vuelto a hacer maravillas con el Everton. Fue repescar al sudafricano Steven Pienaar y la máquina empezó a hacer virguerías. Eso y Nikica Jelavic, que le birlaron al capitidisminuído Glasgow Rangers. Lo cierto es que hicieron un rush final de liga excelso y pueden en el Emirates enviarles algún regalo (si no lo han hecho ya) a los de Moyes porque ese empate in extremis con el Manchester United pudo valer el título. 

Fracaso sin paliativos. El hecho de que la leyenda Kenny Dalglish fuera fulminantemente despedido apenas dos semanas después de acabar la liga creo que lo dice todo. Ni siquiera haber ganado la Carling Cup y haber perdido por la mínima la FA Cup salva la temporada. El Liverpool ha hecho su peor clasificación de la década y ha permitido que sus rivales del Everton quedaran por encima en la tabla. Todo ello a pesar del ilusionante proyecto que vendieron al inicio de campaña con las llegadas de Charlie Adam, José Enrique, Jordan Henderson y Stewart Downing. No se ve nada claro el panorama para el Liverpool. Primero a ver quien lleva las riendas del equipo y a ver si aciertan con los fichajes si no o mucho me equivoco o se le ha pasado el arroz al otrora dominador de la liga inglesa.

Adiós. Los malos resultados han condenado a Dalglish
 
Discreta campaña del Fulham. Ni muy bien ni mal. Este ha sido el año de Clint Dempsey que sin duda debería abandonar Craven Cottage en busca de títulos. Un año más, Craven Cottage ha sido un fortín, y en ello han basado los londinenses su permanencia. Sin embargo, la irregularidad de los de Martin Jol ha hecho que ni siquiera tuvieran opciones de Europa League. 

Bravo. Bastante decente campaña para el West Bromwich Albion, que cuenta con una de las plantillas más humildes y más ‘barata’ en salarios. La gran noticia en ‘The Hawthorns’ es que el próximo año habrá entrenador nuevo porque Roy Hodgson se ha puesto a los mandos de los ‘Pross’. 

Swansea y Norwich. Los junto a los dos porque han quedado undécimo y duodécimo respectivamente y por que han sido dos agradables sorpresas. Han hecho un buen fútbol y no han tenido apuros para mantener la categoría. ¿Quién lo hubiera dicho al inicio de campaña? Ambos conjuntos han contado con sólidos bloques formados por jugadores que la mayoría dieron el ascenso desde la Championship. Los entrenadores (Brendan Rodgers y Paul Lambert) han sido claves. Por destacar a alguien me quedaría con Michel Vorm y Gylfi Sigurdsson en el Swansea y con John Ruddy y Grant Holt en el Norwich. 

Cambio de entrenador y gracias. Más que pobre temporada del Sunderland. Salvaron la categoría, sin apuros pero cabría haber esperado un poco más de los del Stadium of Light. Steve Bruce salió mediada la temporada y llegó Martin O’Neill que si llegan los fichajes compondrá un más que interesante equipo para el año próximo. Entre Larsson y Sessegnon se disputan el título de jugador más destacado. 

Campaña más floja del Stoke en los últimos años. Aceptable actuación de los ingleses en la Europa League, en la que fueron el único club de la Premier League que pasó la fase de grupos. Luego fueron eliminados por el Valencia. El Stoke se jugó las últimas jornadas ya salvado y bueno pienso que a Tony Pulis se le puede pedir algo más. No me ha llamado nada la atención del Stoke este año. Recordar que el año anterior jugaron la final de la FA Cup, que perdieron con el Manchester City. Las comparaciones son odiosas. 

Roberto Martínez vale su peso en oro. Un año más volvió a obrar el milagro. ¡Vaya sprint final! Siete triunfos logrados entre las jornadas 30 y 38, entre ellos las victorias ante Arsenal, Manchester United, Newcastle y Liverpool. Poca broma. Tanta culpa de la permanencia la tienen también los Al Habsi, Di Santo y Moses. Será difícil que Martínez siga una temporada más, si no es así tendrá que ir encargando cajas y cajas de valium. 

Desastre, decepcionante, mediocre. Nadie pensaba que este Aston Villa podría caer tan bajo. Podría haber sido peor si hubiera perdido la categoría. Entre la salida continuada de jugadores y la mano de McLeish este Aston Villa está irreconocible. No se auguran buenos tiempos tampoco para los de Villa Park, más que nada por que el dinero escasea por allí. 

Finalmente el QPR obró el milagro. Testigos de primera en la gloria del Manchester City que podría haberles llevado a la Championship. Llegaron jugadores y Mark Hughes cumplió. Por los pelos pero los de Londres seguirán un año más en la Premier League, muy a pesar de Joey Barton, que sigue demostrando por qué cada día es menos futbolista y más camorrista. Doce partidos de sanción le han caído por la tontería de la última jornada. Otro titular: “Salvador Cissé (Djibril en este caso)”.

Tángana. Barton volvió a hacer de las suyas.

Triste es el descenso del Bolton. Se habían convertido en todo un clásico. Un equipo por el que tantos españoles habían pasado en los últimos años, desde Fernando Hierro pasando por Iván Campo y terminando por el hijo de Marcos Alonso. 

Otra casa de los líos. Así están las cosas en Blackburn. Dos equipos por los que pasó ‘Big’ Sam Allardyce han dicho adiós a la Premier League la misma temporada, al tiempo que el mismo entrenador otrora de Blackburn y Bolton sube ahora con el West Ham. La venganza es un plato que se sirve frío. Qué decir del Blackburn… pues que el cambio de propiedad ha hundido al club y que se descapitalizó. Chris Samba salió por peteneras y allí había poca gente comprometida. 

Triste adiós del Wolverhampton. Las cosas no pintaban bien cuando el club cortó la cabeza a todo un símbolo, el preparador irlandés Mick McCarthy. Creo que pudo haber sido una decisión errónea, más si cabe que con su sucesor y antes ayudante Terry Connor, el club acumuló una racha de resultados incluso peor que la que tuvo con el irlandés al frente. Lo cierto es que pedir que Wolverhampton sobreviviera un año más es como hacer la cuadratura del círculo. Al Wigan le ha salido, pero esto no va a ser eterno. Cuando no tienes gol lo acabas pagando.

jueves, 10 de mayo de 2012

Roberto Martínez: llamenle Señor Milagro

Roberto Martínez ha vuelto a hacerlo. Ya tiene un nuevo milagro que sumar a su cuenta. Gracias a un sprint final portentoso el español ha conseguido hacer del Wigan un equipo de Premier League el año que viene. El carácter y el coraje imprimidos por el técnico catalán a sus jugadores han resultado decisivos para el levantar de un conjunto que parecía hace un mes abocado al descenso. Roberto Martínez va mereciendo dos cosas ya: un monumento en esta ciudad del Norte de Inglaterra y un equipo de más caché con el que demostrar su sapiencia al tiempo que lucha por títulos. Este año ha sido el más dificil todavía: por la situación que el equipo había vivido durante los dos primeros tercios de competición, por la presión que se cernía sobre el técnico y sobre todo por el calendario final que Wigan tenía. Aún así se han asegurado la permanencia con estilo, consiguiendo seis triunfos ligueros entre las jornadas 30 y 38, en los que derrotaron, entre otros, a Liverpool, Manchester United, Arsenal y Newcastle. Sí, el Wigan, ese equipo que se había pasado media temporada en descenso y que ya coqueteó los dos años anteriores con la Championship. Lo dicho, Roberto Martínez está haciendo historia en Wigan. Y he aquí la historia de Roberto Martínez en el Wigan. 

Líder. Roberto Martínez ha sido el alma del Wigan estos tres años.
 
Quizás muchos piensen que las primeras páginas de esta historia se escribieron en 2009 cuando Martínez tomó las riendas del Wigan, recién llegado a la categoría de oro del fútbol inglés. No fue así, todo se remonta al año 1999 cuando el ya entonces presidente del club, el empresario y ex jugador Dave Whelan fue a Zaragoza a traerse a Martínez y a otros dos españoles más (José Seba e Isidro Díaz). Cuentan que fue una especie de flechazo. Whelan quedó prendado de las maneras de Martínez, sobre todo, aunque acabó fichando a los tres tras verlos actuar en las categorías inferiores del Real Zaragoza. “El presidente quería darle estilo al equipo y se fue a España a buscar talento. Desde nuestra llegada nos trató como si fuéramos tres hijos suyos. Nos abrió las puertas de su casa. Fue, desde luego, una experiencia increíble”, relataba el propio Martínez en una entrevista publicada en el Daily Mail. 

Wigan y los ‘Three amigos’ 
Los tres españoles fueron rápidemente conocidos entre la afición como ‘The three amigos’. Un poco por la influencia de la prensa inglesa y otro poco por aquella película americana protagonizada por Chevy Chase. Entre la barrera idiomática y la llegada a un país diferente que vive el fútbol de manera muy particular estos tres españoles contemplaron con perplejidad como desde un principio recibieron todo el cariño de la afición. Un poco siguiendo con la historia de la película empezaron a aparecer sombreros mejicanos en el estadio. Ellos, por su parte, se hicieron inseparables… tanto que hasta vivían juntos. “Pensé que iba a ser una experiencia de un par de años, y que sería divertido. Entonces no tenía ni idea de que pasaría la mayor parte de mi carrera deportiva en el club”, apostilló Martínez en The Observer. 

Tan bien marchaban las cosas para Martínez que logró anotar en su debut con los ‘Latics’. Fue, sin embargo, una tarde amarga puesto que su equipo salió derrotado. Aquel fue el preludio de lo que finalmente tornó una gran temporada a nivel personal. Martínez acabó máximo realizador del equipo con 13 goles en todas las competiciones y el broche de oro fue el reconocimiento de Jugador del Año en la Division Three otorgado por la Asociación de Jugadores (PFA). Además, a nivel del equipo, fue nombrado jugador del año. El colofón a la temporada significó el título de campeón de la división logrado por el Wigan, que además consiguió el Football League Trophy.

Martínez estuvo en Wigan durante seis temporadas y fue quien mayor aportación realizó al club de los conocidos como ‘Three amigos’.




Al final de la temporada 2000-01 Martínez dejó el club y decidió probar fortuna en otros equipos del fútbol inglés. Primero fue el Motherwell en Escocia, en el que sólo jugó 8 partidos, y luego el Walsall donde tampoco le acompañó la suerte (participó únicamente en un encuentro, en el que además resultó expulsado). En enero de 2003 Martínez se unió a las filas del Swansea City galés con un contrato de media temporada. En un espacio tan corto de tiempo el español pudo ganarse la capitanía y ayudó al club a mantener la categoría. Sus buenas prestaciones hicieron que renovara y pese a las reticencias del entrenador que hizo un amago de apartarlo, al final acabó jugando mucho y bien. Martínez se mantuvo en Gales hasta el final de la 2005-2006, cuando ya acumulaba 111 partidos con los ‘Swans’. Su penúltima experiencia como jugador iba a ser en el Chester City, al que llegó en mayo de 2006. Después de su aventura en Chester volvió al Swansea donde se le ofreció la oportunidad de ejercer de entrenador jugador. Martínez quiso inicialmente mantener sus opciones de juego pero finalmente acabó convenciéndose de que lo suyo era pasarse a los banquillos y de esta manera colgó las botas con 33 años. 

Martínez se mantuvo dos temporadas en el Swansea hasta que le llegó la oportunidad de rencontrarse con su pasado, con el club de sus amores que ahora le ofrecía la posibilidad de entrenar en la Premier League. Entre los hitos alcanzados por este en el banquillo de los ‘Swans’ se cuenta el ascenso a la segunda categoría, la Championship, por primera vez en la historia del club. Su decisión de marcharse del Swansea no fue bien acogida por su afición que le agradeció su fidelidad con el mote de‘El Judas’. 

Entrenador en Wigan 
En el momento de su llegada el Wigan contaba ya con cuatro temporadas de andadura en la Premier League, las cuatro primeras temporadas de la historia del club en la máxima categoría. La llamada de Whelan a Martínez para sustituir al destituido Steve Bruce era un auténtico desafío para el español y un reto apasionante. 

No pudo empezar con mejor pie Martínez en su nueva etapa como entrenador ya que el Wigan venció en su primer partido de la temporada de la Premier League 0-2 en casa del Aston Villa. La buena forma no continuó, sin embargo, ya que el equipo perdió sus tres siguientes compromisos ligueros. La primera victoria de Martínez contra uno de los grandes cayó a manos del Chelsea, al que vencieron 3-1. No tuvieron igual suerte en su enfrentamiento ante el Tottenham en White Hart Lane donde cayeron por 9-1 siendo esta la segunda derrota más abultada de un equipo en la historia de la Premier League (Anteriormente el Manchester United había vencido 9-0 al Ipswich Town). Este Wigan acabó la temporada en el puesto 16 de la clasificación, con 36 puntos (9 victorias, 9 empates y 20 derrotas). 

Un final nada acertado estuvo cerca de condenar al descenso al Wigan. Los de Marínez sumaron únicamente 5 puntos en sus últimos 7 partidos. En esta su primera temporada de nuevo en la élite, Wigan no estuvo ni una sola jornada en puestos de descenso. Llegó, por lo tanto salvado a la última jornada, en la que encajó una dolorosa derrota 8-0 ante el Chelsea. Únicamente dos veces durante la temporada el equipo logro sumar dos jornadas sin conocer la derrota. Wigan finalizó la temporada con una diferencia de -42 en la cuenta goleadora, todo un record histórico. 

Con el ánimo de haber afrontado con buena nota su primera temporada en la élite Martínez se disponía en el verano de 2010 a diseñar una plantilla a su medida. Ya por entonces el español tuvo que ver como algunos de los jugadores con mayor presencia del equipo se marchaban, tentados por el dinero y las oportunidades brindadas por clubes de mayor talla. Entre aquellos que se fueron destacan los nombres de Mario Melchiot, Titus Bramble, Jason Scotland o Paul Scharner. 

El Wigan repitió clasificación al final de la temporada 2010-2011. Gracias a un sprint final consiguió eludir el descenso. Un tramo definitivo de la temporada no apta para cardíacos que vio al Wigan estar en el puesto 19º (de descenso, por tanto) con solamente una jornada por disputarse. Los ‘Latics’ sumaron 11 de 18 puntos posibles y el equipo se salvó de la quema. Esta temporada el Wigan estuvo en descenso durante 9 jornadas. El equipo empezó la temporada perdiendo 0-4 con el Blackpool y 8-0 con el Chelsea. No fue un buen comienzo desde luego. Al final el equipo cosechó 9 victorias y 15 empates para sumar un total de 42 puntos, lo que le bastó para mantener la categoría. Entre los nombres a destacar, el del meta omaní Ali Al Habsi, que llegó cedido del Bolton mediada la temporada y logró maquillar los números y su diferencia de goles se mantuvo en unos decentes -21.

Fiabilidad. Al Habsi ha sido todo un descubrimiento, un baluarte defensivo.

Esta ha sido, quizás, la temporada más difícil para Martínez y su Wigan. Un verano más algunos jugadores importantes se fueron, caso de N’Zogbia y Cleverley. Además, durante el año baluartes como el colombiano Rodallega han estado lastrados por las lesiones. Sin embargo, una vez más, un portentoso sprint final ha propiciado que el equipo de la región de Greater Manchester haya salvado la categoría a falta de una jornada para el final. Al Habsi ha sido providencial otra vez y la raza de Victor Moses, el oportunismo de Franco di Santo y la solidez defensiva mostrada han sido los puntos clave de este equipo. Un Wigan que desde la jornada 30 hasta la 38 ha conseguido seis triunfos ligueros, además ante rivales de entidad como Liverpool, Manchester United, Arsenal y Newcastle. Si bien es cierto que este año el equipo ha coquetado más que nunca con la Championship al haber estado 24 jornadas en puestos de descenso de las cuales 14 de ellas lo hacía como último clasificado. Roberto Martínez ha estado más cuestionado que nunca y ha visto como otros técnicos como Mick Mc Carthy (Wolverhampton), Steve Bruce (Sunderland), Neil Warnock (QPR) caían, incluso estando sus equipos en situaciones menos complicadas. La paciencia y confianza de Dave Whelan ha acabado demostrándose vital a la hora de la permanencia. 

Vencer al Manchester United
Roberto Martínez y sus chicos están escribiendo la historia de este joven e inexperto club inglés radicado en una ciudad donde el verdadero deporte rey es el Rugby. Tanto es así que cuando hace unas semanas el Wigan dio la sorpresa venciendo al Manchester United resulta que fue la primera vez que esto ocurría, tal y como así concedió el propio técnico a los medios: “Fue la primera vez que conseguimos llevarnos punto alguno ante ellos”. 

Es evidente que la aspiración del catalán no es hacer del Wigan un espejo del Manchester United, valga la comparación por el hecho de que el técnico de los Red Devils lleva ya un par de décadas ocupando el banquillo en Old Trafford. Martínez tiene mucho que agradecerle al club pero no hay la menor duda de que él ya ha devuelto mucho de lo recibido. “Quiero gente que entienda este club, esta sociedad. Como manager necesitas llevar un club de fútbol como si fueras a estar ahí 100 años. Necesitas sentar las bases de algo para la gente que te sustituya”, indicó el entrenador en el Daily Mail. Es la filosofía de Martínez. 


Martínez es un rara avis. Un técnico con estudios, culturalmente versado y más que cómodo en el Reino Unido, no en vano está casado con una escocesa y hace más de una década que está establecido en las islas. Además el catalán ha estudiado Fisioterapia y tiene un master de posgrado en Marketing y Empresa por la Universidad de Manchester que consiguió sacarse durante su etapa de jugador en el Wigan. 

Ya este verano se especulaba con su posible salida del club. No podía decirse que dejaba al Wigan en la estacada toda vez que había obrado el milagro de mantener al equipo. Además se abría la puerta de un gran club como era el Aston Villa, que veía como su entonces técnico, el francés Gerard Houllier debía retirarse de los banquillos por una afección cardíaca. Sin embargo pese al ruido mediático, Martínez no hizo movimento alguno y permaneció fiel a su club. “¿Por qué no dejé Wigan? No fue una decisión de fútbol, fue una decisión humana. Era una oportunidad de mostrar lealtad y apoyo a una entidad que respeto. Además pienso que un entrenador debe dejarlo cuando piense que el club necesita otro técnico”, explicó Martínez. Quizás después de otro equilibrio de funambulismo futbolístico el tiempo le haya llegado a Martínez. Habrá alguna puerta que se entreabra y le dé la bienvenida. ¿Liverpool, Aston Villa, West Bromwich quizás? Sea donde sea a Roberto Martínez queremos verle cada fin de semana en un estadio de la Premier League, porque se lo ha ganado.

lunes, 9 de abril de 2012

Di Matteo no se casa con nadie

Roberto di Matteo rescribe el guión cada vez. No hace ni un mes que accedió al cargo de primer entrenador del Chelsea –con carácter interino- pero parece que su fórmula está dando buenos resultados. Es aventurado intentar adivinar qué se le pasa por la cabeza al italiano porque no deja de hacer cambios, retoques y conjeturas. En el Manchester United sabemos que de Gea, Evans, Evra, Carrick y Rooney juegan el 95% de los encuentros mientras que en el Etihad Stadium todos saben que Hart formará en puerta con Kompany y Lescott como centrales, Yaya Touré en el centro del campo y el Kun Agüero arriba. En el Liverpool de Kenny Dalglish también hay fijos: Reina, Skrtel, José Enrique, Gerrard, Kuyt y Suárez. Podría seguir hasta llegar por cubrir a todos los equipos de la Barclays Premier League. Bueno, todos menos este Chelsea. Roberto di Matteo ha implantado una nueva seña de identidad esa de que “aquí juegan todos”. Y es que salvo el cancerbero Petr Cech, que ha salido de inicio en los nueve encuentros dirigidos por el italiano, ningún otro jugador de campo ha repetido presencia consecutiva en todos esos choques.

Presión. Di Matteo tiene ante sí dos meses para cumplir objetivos.
Cuando uno reflexiona sobre este hecho la primera idea es que al tratarse de un entrenador nuevo quiere probar a un máximo número de jugadores para confeccionar un once de garantías. Pero claro, no hay que olvidar que Di Matteo lleva en el Chelsea desde principios de temporada, recalando en el club de la mano de André Villas- Boas para ejercer de segundo técnico. No nos engañemos, el italiano conoce mejor que nadie hasta el último de los jugadores del plantel. Bueno, también es verdad que el Chelsea es una de las escuadras con una media de edad más alta y claro está, los años no pasan en balde. Algunos de los pilares fundamentales del equipo han sufrido lesiones (Lampard y Terry principalmente) mientras que otros no terminaban de encontrar su estado de forma (Drogba, Luiz y sobre todo Torres). Y luego, es preciso señalar que con el desarrollo de la competición se producen expulsiones y hay sanciones por acumulación de cartulinas amarillas.

Dicho todo esto no creo que ninguna de las razones anteriormente expuestas hayan sido la base utilizada por di Matteo para poner en marcha esta estrategia suya. Si acaso ha sido importante la presencia del Chelsea en tres competiciones (Liga, FA Cup y Liga de Campeones) la que ha obligado al técnico a rotar. Pero una cosa es rotar y otra lo que di Matteo está haciendo en Stamford Bridge. Algo de respeto a los pesos pesados del vestuario debe haber, digo yo. Una vez despedido Villas- Boas se ha sabido que su relación con algunas vacas sagradas no era la mejor –con Lampard tuvo sus más y sus menos- y pienso yo que Di Matteo es un diplomático consumado.

Una de las señales que invita a pensar que la idea de Di Matteo de dar minutos a todos los jugadores posibles es que ha realizado los tres cambios en todos y cada uno de los encuentros que ha dirigido. Hasta 20 jugadores ha utilizado el técnico transalpino en estos nueve encuentros (1 portero, 8 defensas, 6 centrocampistas y 5 delanteros). Oriol Romeu es junto al portero suplente Ross Turnbull el único jugador que no ha disfrutado de minutos de la mano del ex del West Bromwich Albion. Otra curiosidad es que el medio portugués Raúl Meireles es el jugador que más veces ha sido sustituido (en cuatro ocasiones).

¿Cuáles son los efectos positivos y negativos de jugar sin un once definido?

La sapiencia futbolística permite pensar que cuanto más conjuntados están unos jugadores mejor rendimiento darán al equipo. Cuántas veces se ha dicho que tal equipo juega con los ojos cerrados o que cuales jugadores se entienden de maravilla. Eso se lo pierde el Chelsea. Por otro lado, no garantizar a nadie la titularidad absoluta debería servir de acicate para todos con objeto de dar el máximo y repercutir positivamente en el equipo. Más allá de todo esto, a mi modo de entender, no contar con un once definido es sinónimo de alguien que no tiene las ideas nada claras. Ningún equipo ha llegado a las más altas cotas utilizando 20 jugadores casi cada partido. La básica de las rotaciones es que éstas se materializan en encuentros a priori fáciles o en competiciones infravaloradas por los técnicos. De otro lado, esta técnica de Di Matteo sirve para ponérselo más bien dificil a sus rivales ya que a la hora de preparar el encuentro no saben bien si van a enfrentarse a una delantera tipo Kalou, Torres y Mata u otra tipo Drogba, Mata y Sturridge.

Variedad. Di Matteo no ha repetido once y ha utilizado hasta 20 jugadores en estos 9 partidos. / Elaboración propia

Lo cierto es que hasta el momento ni el más exigente de los aficionados ‘Blues’ como es el mandamás Roman Abramovich puede quejarse de la labor de Di Matteo. Los resultados están llegando, a trancas y barrancas, y el equipo ha conseguido desembarazarse de Nápoles y Benfica, alcanzando las semifinales de la Liga de Campeones al tiempo que se intenta no perder comba en la lucha por las plazas europeas en la Premier League. Cierto es que el juego de este Chelsea no convence a nadie. Hoy por hoy no hay ningún jugador que sobresalga en este equipo y la falta de un mediocampista de creación que surta de balones arriba lo están notando mucho sus delanteros.

Pocos son los que creen que los Cech, Terry, Lampard y compañía van a conseguir eliminar al FC Barcelona. Quizás sí tengan más opciones con la FA Cup, de la que se jugarán el ser o no ser este fin de semana precisamente. Serán unas semifinales contra el Tottenham Hotspurs en Wembley; un encuentro que les llega a ambos en un estado de forma un tanto irregular –quizás peor estén en White Hart Lane. Así, el Chelsea con Di Matteo acumula seis victorias -3 en liga y otras tantas en Liga de Campeones- , dos empates y una derrota.

No lo tendrá fácil el Chelsea en la Premier League ya que acaba de ser superado por un enrrachado Newcastle. El Arsenal está algo destacado en la tercera plaza y si nada lo remedia parece que tanto Tottenham como Newcastle como Chelsea pugnaran por la última plaza de Liga de Campeones. El premio menor para los perdedores de esta lucha será la Europa League.

Igualmente dificil será para Di Matteo conservar su puesto en el banquillo de los ‘Blues’. Imagino que el italiano intentará, por mínima que sea la posibilidad, convencer a Abramovich de que es el hombre idóneo para devolver la gloria a los londinenses. Acabar la temporada con un título bajo el brazo ayudaría, sobre todo si es la ‘Champions’. Ahora bien, todos conocemos a Abramovich y su predilección por contar con técnicos de caché y reconocido prestigio. Aquí Di Matteo no entra, todavía –se le ven hechuras de técnico con futuro. Ya se habla de una terna de candidatos entre las que se encuentra el francés Laurent Blanc, que podría dejar su cargo como seleccionador francés después de la Eurocopa de Polonia y Ucrania.

viernes, 23 de marzo de 2012

Scholes: vuelve el talismán a Old Trafford

Dice Patrick Vieira [director deportivo del Manchester City] que la decisión de Alex Ferguson de traer de nuevo a la plantilla del Manchester United al entonces retirado Paul Scholes fue “un acto de desesperación”. Y claro, el técnico escocés, que tiene más tablas que nadie en esto del fútbol, recuerda a sus rivales que Roberto Mancini hace dos días dio opción de jugar a Carlos Tévez, del que el propio italiano dijo “no jugará nunca más en este club”. Yo, por mi parte, recuerdo como el Arsenal (más bien el técnico Arsène Wenger) decidió incorporar a otro ilustre retirado la temporada pasada: Jens Lehmann. La fatalidad hizo que los guardametas del Arsenal Wojciech Szczesny, Lukasz Fabianski, Vito Mannone y Manuel Almunia fueran cayendo lesionados uno detrás de otro allá por el mes de marzo. Entonces al técnico francés no se le ocurrió un mejor relevo que alguien a quien conocía, aunque para traerlo hiciera falta convencerlo para que volviera a estar en activo. Lehmann, de 41 años, firmó un contrato de tres meses y llegó a jugar únicamente un partido (Victoria del Arsenal sobre el Blackpool). Y yo digo: “Amigo Vieira, ¿qué es realmente un acto de desesperación?”

Scholes y Ferguson. ¿Quién lleva más años en el United? Foto: The Guardian.

Hablamos de un jugador que ha acumulado 456 partidos jugados en la Premier League, diez títulos de liga, tres FA Cup, dos Ligas de Campeones y cuatro veces jugador del mes en Inglaterra, entre otros logros. Un futbolista, además, que no ha vuelto para tener un rol testimonial. Hasta ahora Scholes ha jugado nueve encuentros en los que el Manchester United no conoce la derrota (ocho victorias y un empate). “Si hablar de desesperación es conseguir que el mejor mediocampista inglés de los últimos 20 años vuelva con nosotros; sí, fue un acto de desesperación”, afirmó irónico Ferguson ante los medios. Según el técnico uno de los motivos que impulsaron a Scholes a la retirada es la imposibilidad de jugar más de 40 partidos por temporada. Contrariamente a lo que uno pueda pensar, estaba en la cabeza del jugador el tener más presencia en el equipo, mientras que el entrenador hubiera querido administrar mejor su potencial dándole menos partidos. “Siempre he intentado ser justo con Paul. Quiero dosificarle, aunque ello pueda no gustarle. ¿Cuántos partidos pueden quedarle a un jugador de 37 años?”, espetó.

Juegue más o menos partidos es indudable el efecto positivo que Scholes ha tenido en este Manchester United que ahora se encuentra en lo más alto de la Premier League. Allí, en Old Trafford tenemos dos ejemplos de la eterna juventud de un futbolista cuando miramos a Ryan Giggs y a Paul Scholes. Ambos, con sus presencias bien administradas por un entrenador inteligente, pueden dar muchos minutos de calidad a un equipo pese a las exigencias que siempre se piden por estar en el Manchester United. Uno ofrece desborde por la banda y centros milimétricos mientras que el otro es un auténtico pulmón en el centro del campo que trabaja insaciablemente por dificultar la circulación del contrario, robar el balón y servirlo a sus atacantes.

No todos los equipos pueden presumir de poder rehabilitar para la causa futbolística a jugadores de la talla de Paul Scholes. Tal es el caché de este que quien sabe si acabe siendo convencido por el futuro entrenador de los Pross para jugar con Inglaterra el próximo Europeo, todo ello a pesar de que se retiró de la selección antes del Mundial de Sudáfrica. Por su parte Alex Ferguson ya se ha apresurado a alabar el trabajo de Scholes y ofrecerle un contrato para la próxima temporada. Está en las manos del propio jugador. Él quiere jugar más partidos y su técnico sacar el mejor partido de su centrocampista. Inglaterra se pierde a un más que prometedor entrenador si el incansable Scholes decide seguir dándole patadas al balón en la Premier League otra temporada más.