viernes, 22 de octubre de 2010

El tsunami Rooney se queda finalmente en marejada

¡Vaya una semana! ¿Quién podía imaginarse que de buenas a primeras el estandarte del Manchester United –quien no está en una descomunal forma precisamente- solicitaría abiertamente su salida del club? Llaman muchísimo la atención las características que ha tenido este mini-culebrón Wayne Rooney: se ha desatado en los primeros compases de una temporada, el jugador ha declarado abiertamente que quería irse y se ha alcanzado una solución satisfactoria en menos de una semana. El maremoto provocado por el delantero de Croxteth llegó al nivel de gran tsunami justo antes de acabar siendo una inofensiva marejada. ¡Cuántas especulaciones ha habido! (Y cuántos periódicos y espacios informativos se han llenado también) Sin embargo el resultado es el lógico, que Rooney seguirá siendo el líder del Manchester United y que con esta renovación se intenta dar un espaldarazo al equipo para que vuelva a la senda del buen juego y los títulos.


Así, el Manchester United ha anunciado esta tarde el acuerdo por el que Rooney –cuyo contrato expiraba en junio de 2012- renovará con los ´Red Devils´ hasta el mismo mes de 2015. Ha trascendido que el delantero será el jugador mejor pagado del plantel llegando a cobrar una cifra cercana a las 180.000 libras a la semana. Rooney se convierte así en el futbolista mejor pagado de la historia del Manchester United. Este acuerdo se produce sólo horas después de la declaración pública del jugador y de que un grupo de encapuchados se concentrara en casa de Rooney para amenazarle si se atrevía a fichar por los rivales del Manchester City. La implicación de la familia Glazer y el director general David Gill han resultado fundamentales. Los dirigentes del Manchester City empezaban a frotarse las manos pensando que podían tener atado al delantero más cotizado del fútbol inglés. Finalmente ha resultado que el equipo del Sheik Mansour se ha quedado con la miel en los labios y ha sido utilizado, una vez más –algo parecido ocurrió con John Terry el curso pasado¬-, para que un jugador presionara a su club con el fin de mejorar su contrato.

Ahora queda por delante toda una campaña en la que el jugador debe volver a ganarse a la afición del Manchester United. Algunas pancartas en contra del futbolista habían aparecido ya durante el partido de Champions League que el Manchester United venció 1-0 al Bursaspor turco. Tiene que agradecer Rooney que su técnico Alex Ferguson esté decididamente de su lado tras solucionarse el entuerto. “El se ha disculpado ante el resto de sus compañeros esta mañana. Siempre he pensado que una persona que pide perdón merece el máximo respeto. Él se ha equivocado y eso pasa. Es un chico joven, puede pasar. Ahora necesitamos volver a contar con el Rooney de siempre”, ha declarado a la televisión del club el preparador escocés. Mientras, el propio jugador ha reconocido que han sido “momentos difíciles”, tanto para él como para el club. “El acuerdo es lo mejor para las dos partes. Hablé con el manager y los propietarios y me han convencido de que este es el mejor sitio para mí”, ha reconocido Rooney.

El jugador tiene ante sí dos duras batallas. La primera de ellas es volver a su estado de forma natural. Ése que maravilló a muchos y que le llevó a ser el delantero más en forma del fútbol mundial el pasado curso. La otra batalla, no menos importante, es la de volver a ganarse el apoyo de la parroquia de Old Trafford. Rooney ha prometido dar el “cien por cien” para recuperar la confianza de los aficionados. “Algunos no querrán estar conmigo desde el principio, sé que se necesita tiempo. El público se ha portado genial conmigo desde que llegué y está en mí el volver a conseguir su fidelidad”, ha declarado el propio futbolista.

El anuncio del acuerdo ha sepultado de pleno las especulaciones generadas acerca de las incógnitas que generó el repentino anuncio del jugador. Todos sabemos cómo funciona el fútbol hoy. Rooney achacó sus deseos de marcharse a la ausencia de garantías por parte del club de configurar un equipo ganador para el futuro. Finalmente, parece que nada de eso cuenta cuando a uno le prometen que ganará 180.000 libras a la semana, casi doblando su anterior sueldo. Una cosa es cierta, Rooney, su baja forma y la tormenta desatada por su anuncio de abandonar el club han conseguido que los tabloides dejen de hablar de su vida privada. El delantero ha decidido no abandonar las islas británicas. Eso significa que los tabloides seguirán acechándole, mirando con lupa para sacar a la luz cualquiera de sus deslices.

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