viernes, 15 de octubre de 2010

El calvario de Rooney

Wayne Rooney no está bien. Hace ya muchos meses que ha dejado de ser protagonista en el terreno de juego. Ahora la luz de los focos sigue apuntándole a él, pero pendiente de sus escarceos extra-conyugales, los rifi-rafes con sus compañeros y el secretismo que rodea el diagnóstico de su estado físico. Las estadísticas, esclarecedoras como casi siempre, no dejan lugar a dudas del estado de forma del delantero: Rooney ha marcado sólo dos goles entre club y selección desde abril hasta hoy mientras que entre noviembre y marzo había anotado 25. Su club, el Manchester United y su selección, la de Inglaterra esperan la ´reaparición´ de Rooney como agua de mayo. Y a todo esto ¿cuáles son las circunstancias que han impedido brillar al ex delantero del Everton como nos tenía acostumbrados?

Cronológicamente. Rooney explotó el curso anterior como el goleador total con su club. El delantero se proclamó máximo anotador de la temporada con semanas de antelación. La carga de partidos y la presión por los títulos acabaron manifestándose en un desgaste físico que desembocó en una lesión. Un choque con el delantero del Bayern de Múnich en el partido de ida de semifinales de la Champions League le dejó en el dique seco durante cerca de un mes. Rooney se lesionó en los ligamentos de su tobillo derecho. Aunque se veía peligrar su presencia en el Mundial, finalmente llegó a tiempo para liderar a los ´Pross´ a una cita a la que acudían como favoritos. El resultado es para todos conocido: Rooney jugó de inicio los cinco partidos disputados por Inglaterra en el torneo sin anotar un solo gol. Además, escocieron en Inglaterra sus declaraciones a cámara en las que criticaba el comportamiento de los aficionados tras pitar a los jugadores luego de un 0-0 ante Argelia. Rooney tuvo suerte. Aunque era el líder natural del equipo las críticas fueron generales. Toda una generación (Terry, Lampard, Gerrard, J.Cole, Rooney, A.Cole, etc) cargó con las culpas del fracaso.

Con la llegada del mes de septiembre Rooney volvía al que es su hábitat natural: la Premier League. Una competición donde ha demostrado ser un auténtico killer del área. La intención del delantero era la de redimirse ante su afición y todo el país demostrando que puede ser el líder que todos esperan. Su presencia en la Community Shield no fue destacada pero aportó el pase de gol a Valencia. Contra el Newcastle jugó 60 minutos y tuvo problemas para compenetrarse con Berbatov. No jugó contra el Fulham por un proceso gripal. Anotó de penalty ante el West Ham. Ferguson lo lo convocó ante el Everton para ahorrarle el mal trago de ser abucheado por sus antiguos fans y ser vejado por su presunto affaire extraconyugal. Participó sin pena ni gloria del 0-0 de Champions ante el Rangers escocés. Una convincente victoria ante el Liverpool en el que mostró garra pero que tuvo a su compañero Berbatov como auténtica estrella. Su último partido de club hasta hoy fue contra el Bolton, donde repitió una actuación discreta. Después se perdió la victoria en Champions contra el Valencia y el insulso 0-0 ante el Sunderland. Total, que ni Rooney volvió a ser el de antes tras el Mundial ni ha podido reivindicarse con goles. Más bien todo lo contrario. Y encima suma una nueva carga a sus espaldas: los tabloides.

El desestabilizador número uno en Inglaterra es, sin duda, la prensa sensacionalista. En este sentido, parecía como si Rooney viviera un idilio con publicaciones como The Sun, Daily Mail o Daily Express después de haber mantenido batallas legales en el pasado. Sin embargo sólo estaban agazapadas esperando cualquier desliz del talentoso delantero para hacer el agosto. De esta forma el News of the World (dominical de The Sun) aireó las presuntas infidelidades del jugador estrella del Manchester United con una prostituta mientras su mujer, Coleen, estaba embarazada de su segundo hijo. La combinación de este escándalo con el ya de por sí débil estado físico y mental del futbolista formaron un cóctel explosivo cuyo resultado ha sido que Rooney ha pasado más partidos en la grada que a pie de campo. Incluso hay muchos que consideran que el jugador sopesa la posibilidad de abandonar la Premier League para alejarse de la presión de los tabloides. Real Madrid –sobre todo- y FC Barcelona en España estarían en las mejores condiciones para hacerse con sus servicios.

Además de una afección mental y psicológica a su juego la cartera de Rooney también se ha visto afectada por este escándalo. Rápida como la pólvora Coca- Cola se apresuró a apartar al jugador de la campaña publicitaria que iba a protagonizar para anunciar Coca- Cola Zero, con la consiguiente rebaja en sus ingresos. Así, según la clasificación realizada por la publicación británica Four-Four-Two, el valor de Rooney ha caído 12 millones de libras tras salir a la luz esta historia colocándole en el puesto 89 de los más ricos (antes estaba en el puesto 65). Rooney ha caído al sexto puesto en el ranking de futbolistas británicos tras Beckham, Owen, Ferdinand, Campbell y Giggs.

Si Rooney no tenía bastante con sus problemas para encontrar la forma y el olfato goleador parece que uno de sus compañeros tiene ganas de crear problemas. El joven delantero italiano Federico Macheda sorprendió hace un par de semanas al decir en un periódico italiano que Rooney “es un poco vulgar”. Todo ello justo un par de semanas después de que saliera a la luz la presunta infidelidad del ex del Everton. Llama la atención desde luego que un jugador sin peso específico en el equipo y sin historial se permita el lujo de hacer este tipo de comentarios. El italiano rápidamente se apresuró a desmentirlo y todo pinta a que saldrá del Manchester United en diciembre o en verano.

Quien ha depositado su total confianza en el jugador es Fabio Capello. Obligado por la prensa a hacer una limpia en el vestuario de Inglaterra el italiano tiene claro que su delantero titular indiscutible es y será Wayne Rooney. Fabio se apresuró a confirmar que convocaría al delantero ´Red´ a pesar de las revelaciones de los tabloides siempre y cuando el jugador estuviera comprometido y sano. De esta forma, Rooney jugó ante Bulgaria, Suiza y Montenegro pese a estar sumido ya en esa espiral de baja forma y agresiones por parte de los tabloides. El delantero aportó un gol contra Suiza y poco más. Salió de titular en todos los encuentros pero no estuvo cómodo en el campo, no creó oportunidades claras de gol.

Después del 0-0 de Inglaterra en casa contra Montenegro es seguro que Rooney volverá a la titularidad con el Manchester United en liga. Ello pese a desmentir públicamente a su entrenador Sir Álex Ferguson en un movimiento que muchos consideran es un desplante del jugador. Preguntado por los periodistas, Rooney descartó haber estado teniendo problemas de tobillo en lo que se lleva de temporada. Ello contrasta con las declaraciones del técnico, que dejó fuera a su delantero estrella contra el Valencia y el Sunderland para proteger a su jugador de un empeoramiento de su lesión.

Rooney es uno de esos futbolistas que jugaría cojo. Rooney es un delantero y como tal tiene hambre de gol. Sabe como nadie que no está en su mejor momento pero sólo pide una cosa: jugar partidos. “Estoy deseando tener una continuidad en el equipo. Si lo consigo estoy seguro de que volveré a mi mejor forma”, manifestó hace unos días a la prensa el propio jugador. Sin tratar de echar balones fuera Rooney apuntó que su sequía goleadora puede deberse en cierta manera a que este año juega en una posición distinta. “El año pasado jugaba de punta, ya fuera solo o con Berbatov y así es más fácil tener ocasiones y anotar”, apostilló.

Manchester United- West Bromwich Albion. Old Trafford. Sábado 16 de octubre a las 16.00 horas (GMT)

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