lunes, 28 de febrero de 2011

La gloria esquiva al Arsenal de nuevo

La gloria esquiva al Arsenal, otra vez. Más miseria para la última versión del semptiterno proyecto no resultadista de Arsène Wenger al frente del Arsenal. Los Gunners tenían ante sí una auténtica prueba de fuego para demostrar al mundo que esta vez iban en serio, pero tal y como nos tienen acostumbrados, fallaron estrepitosamente. Básicamente por la forma de perder y porque no se trataba de un rival de suficiente entidad. El Birmingham de Alex McLeish hizo su partido y salió victorioso gracias a un clamoroso fallo defensivo de la dupla Koscielny-Szczesny cuando el encuentro agonizaba y ya olía a prórroga. Después de actuaciones como la desplegada por los londinenses ayer es difícil no cuestionarse la idea de que los de Wenger son cada inicio de temporada candidatos a todo. La sequía del Arsenal continúa, y es que el último título levantado por los de Londres se remonta a la FA Cup de 2005.

Derrota. Los de Wenger no dieron la talla.

El sino del encuentro pudo haber cambiado justo en los primeros cinco minutos pero el árbitro decidió perdonarle la vida a los de rojo. Un perfecto servicio al mediocampista Lee Bowyer le dejó sólo en un uno contra uno con Szczesny, que comete un penalty flagrante. Ni pena máxima ni expulsión, el trencilla señaló un fuera de juego inexistente dado que el lateral Clichy habilitaba la posición de Bowyer. Eso ocurrió en el minuto 2. No espabilaron mucho los de Wenger que pese a tener la posesión los próximos 15 minutos no amenazaron la portería bien defendida ayer por el descarte del Manchester United y candidatable a portero de los Pross Ben Foster. Las acometidas más peligrosas llegaron en las botas de Arshavin. Poco a poco el Arsenal fue perdiendo la posesión y era el Birmingham el que acechaba la meta del polaco Szczesny. Así llegó el gol de Nikola Zigic, que hábilmente se zafó de su marcador (Djourou) y se adelantó a Van Persie para cabecear dentro del área chica un balón prolongado de cabeza por un compañero desde la frontal del área. Mazazo para el Arsenal en el minuto 28. Por suerte para los de Wenger, cuentan con un superclase llamado Van Persie, quien en un remate acrobático logró marcar tras un servicio de Arshavin desde el flanco derecho del ataque. La jugada empezó con un duro disparo de Wilshere que se estrelló contra la madera. Un gol de esos que se llama psicológicos, y que hizo que el Arsenal acabara apretando al Birmingham durante los últimos 10 minutos del primer tiempo.

Las pérdidas de balón y las imprecisiones fueron la nota predominante entre los del Arsenal en esta final de la Carling Cup y claro, con este tipo de errores se acaban perdiendo partidos y campeonatos. Entre los más activos en este apartado negativo encontramos a Rosicky, Djourou y Song. La segunda parte se inició sin claras ocasiones de gol y así llegaron los cambios. Beausejour entró en el 51 para el Birmingham y el equipo lo notó. Larsson fue una auténtica pesadilla para los centrocampistas y defensas Gunners, como también lo fue Nikola Zigic por su habilidad en el juego aéreo. El Arsenal se hizo con la posesión del balón en este tramo del partido y acabó teniendo ciertas ocasiones que a la postre fueron desbaratadas de manera efectista y efectiva por Foster. Fahey, del Birmingham disparó el palo, en lo que fue un aviso para el Arsenal que estaba jugando con fuego. Wenger decidió dar entrada a dos atacantes para poner cerco a la portería rival. Así se incorporaron Chamakh y Bendtner, que nunca llegaron a tener gran protagonismo en la partida. Claro indicativo del juego ayer del Arsenal fue que las mejores oportunidades del equipo las tuviera Rosicky, que ni asistió ni marcó la diferencia, al marrar dos claras oportunidades (un disparo en el área a servicio de Bendtner y un taconazo imposible en el área chica sólo ante el portero). McLeish dio entrada al nigeriano Martins y esa decisión cambió el sino del encuentro. Cuando ambos conjuntos parecían solo pensar en la prórroga la defensa del Arsenal convirtió en gol lo que era un simple centro al área enviado por los atacantes del Birmingham. Koscielny y Szczesny protagonizaron el clásico tuya-mía que no es de ninguno y el balón franco para el despeje o la recepción del portero acaba en los pies del atacante (Martins) que sólo tiene que empujar el balón porque los dos del Arsenal acaban tirados por los suelos. No tiene precio ver en una repetición a cámara lenta la cara de Wilshere cuando ve que esa pelota fácil acaba alojada en las mallas del Arsenal. Todo esto ocurrió en el minuto 89 y claro, como que no dio tiempo a mucho más. Fue la segunda vez en tres partidos que al Arsenal le roban puntos-eliminatoria-títulos en el último minuto. La última vez fue el ´todopoderoso´ Leyton Orient de la League One inglesa.

Está claro, visto el partido de ayer, que el método Wenger, tal y como lo conocemos ahora, no funciona. El Arsenal tiene este año su mejor plantilla de los últimos cinco años y a pesar de todo no es capaz de alzar un título. Ni siquiera la Carling Cup, una competición menor, en la que no se ha enfrentado contra rivales de entidad y en la que se ha visto en una final soñada ante un aguerrido equipo Premier de media tabla. La defensa es y ha sido el auténtico talón de Aquiles del conjunto de Wenger en estos últimos años. Fallos defensivos o del portero le han costado competiciones y eliminatorias a los de Wenger. Este no ha variado un ápice su forma de entender el fútbol y los resultados siguen sin llegar, ahora de forma más dolorosa puesto que se consigue lo más difícil, que es llegar a la final, y se marra cuando llega el momento de la verdad. Este equipo tiene muy buenos mimbres para ser campeón, pero necesita un portero de garantías de forma inmediata y centrales de liderazgo intachable que no se permitan el lujo de fallar cuando el momento es el más decisivo. Hoy en día ya son pocos los equipos y entrenadores que no subestiman a los Gunners. Primero empezó siendo una cantinela de un provocador como Mourinho, que tirando a dar a Wenger acababa cargando contra todo el Arsenal y luego fue también Sir Alex Ferguson. No son pocos los que se ceban con este equipo que juega bonito, que tiene una filosofía muy próxima a la versión romántica del fútbol, pero que hoy en día no deja de ser una fábrica de decepciones para una hinchada cada día más desencantada. El FC Barcelona puede poner la puntilla a la temporada de los Gunners en menos de diez días.

lunes, 21 de febrero de 2011

Leyton Orient, el pequeño gran damnificado del cambio de estadio del West Ham

Hace algunas semanas que se dio carpetazo a la disputa que Tottenham Hotspurs y West Ham mantenían por hacerse con el estadio olímpico de Stratfford. La comisión creada para tomar la decisión, que contaba entre otros con representantes políticos de la zona y la sociedad propietaria del inmueble, se inclinó por la propuesta de los Hammers. De esta forma, se optó por la propuesta más conservadora y menos problemática, habida cuenta de que entre las pretensiones del Tottenham Hotspurs estaban derruir la pista de atletismo e instalarla en el estadio del Crystal Palace (Selhurst Park), con objeto de no eliminar el legado olímpico de Londres 2012. El proyecto grandilocuente y multimillonario del Tottenham, que estaba apoyado por la multinacional AEG, fue tumbado pero la polémica iniciada por la disputa entre estos dos clubes de la Premier League sigue abierta, aunque en este caso hay un cambio de protagonistas. El Leyton Orient, club de la League One que estos días se enfrenta al Arsenal en octavos de final de la FA Cup, ha entrado en liza recrudeciendo el debate. Este pequeño club, vecino del West Ham, entiende que será el gran damnificado del cambio de estadio de sus rivales de la Premier League.

Gráfico: Elaboración propia sobre un pantallazo de google maps.


Es difícil sobrevivir cuando tu vecino juega en la élite y tu no. Más todavía lo es cuando tu vecino rico recibe como regalo un estadio vanguardista. El Leyton Orient defiende que la llegada del West Ham a Stratford supondrá una auténtica sangría al club, que le hará perder seguidores y por tanto ingresos en materia de abonos y entradas por partido. El presidente de este club del este de Londres ha reclamado una contraprestación al tiempo que ha dejado caer que de haber sido el Tottenham el nuevo inquilino del inmueble el daño habría sido bastante menor. Entre las posibles formas de callar las protestas del modesto club de la League One estaría recibir un porcentaje de los ingresos por abonos del West Ham, algo totalmente utópico y nunca antes visto.

No han querido entrar al trapo, de momento, los del West Ham, que se están frotando las manos luego de haber vencido a Tottenham Hotspurs en una dura pugna por hacerse con el estadio. Ahora bien, no le vendría mal al club de David Gold y David Sullivan en pensar más en el presente que en el futuro si no quieren tener un estadio de Premier League para un equipo de Championship. Eso sí, algo han dejado caer para descargar de razones al Leyton Orient. Algo como que hace un par de años eran los dirigentes del Leyton Orient los que estaban pensando moverse, a Harlow (condado de Essex), y que si eso tenían en mente hacer sería que no les importaba tanto la localización de su sede social.

Tenga razón o no el Leyton Orient, del que como poco se puede decir que se carga de argumentos más bien peregrinos, el problema es el de encontrar el organismo que debe ejercer como mediador en este conflicto. No puede ser la Premier League, puesto que el Leyton Orient es de la Championship y tampoco puede ser la Football League (que engloba a todas las categorías del fútbol inglés fuera de la élite) puesto que el West Ham es un club Premier League. Todas las miradas señalan a la FA, la federación de fútbol inglesa, que acaba de renovar a su director general. Nunca un cambio de estadio hizo correra tal cantidad de tinta.

miércoles, 9 de febrero de 2011

Nicklas Bendtner, el chico L´Oreal

Protagonismo. Cuando Bendtner marca, nos enteramos.
¿Por qué? Porque yo lo valgo. Nicklas Bendtner, delantero danés del Arsenal es el chico L´Oreal de la Premier League. Pocos jugadores se tienen a sí mismos en tan alta estima y confían tanto en sus posibilidades –bueno, a excepción de Balotelli que dice que sólo Messi es “un poco” mejor que él. El gigantón danés es muy conocido en Inglaterra por sus declaraciones de autobombo pero esta faceta no ha trascendido tanto en España. Entre los aficionados Gunners ´pinchan´ a Bendtner diciendo que no es ni la mitad de bueno que él se cree que es, pero más adelante hablaremos de sus números. Un futbolista escocés, Archie Gemmill, dijo una vez de su compañero de selección y ex estrella del Liverpool de primeros de los ochenta, Graeme Souness, que si estuviera hecho de chocolate se comería a sí mismo. Bueno pues el paralelismo le viene que ni pintado a nuestro amigo Nicklas. La última del danés ha sido una ¿justificada? defensa de los altos salarios de los jugadores de fútbol –con la que más de uno estará de acuerdo, a buen seguro-. Sí, pero una defensa al estilo Bendtner: “Personalmente pienso que pago un alto precio por estar en forma, por entregar mi tiempo al equipo y por no tener privacidad alguna. Es por eso que nos merecemos ganar tanto”. Ya será menos Nicklas. No veo yo que una masa de londinenses se vaya a por tí si te vas de compras por Oxford Street. Ah y por cierto, que la fama la buscáis vosotros los futbolistas así que habrá que apechugar ¿no? Este chico, por ejemplo, luce botas de color rosa en algunos partidos y se tiñe el pelo cuando es menester. Luego quéjate de que te persigan. Por cierto, se lleva 50.000£ limpias a la semana del Arsenal, que no es moco de pavo.

“La cosa que más echo de menos por culpa del fútbol es esquiar. Me encanta irme de vacaciones a la montaña pero existe riesgo de lesionarse por lo que no lo hago”, relata Bendtner en una entrevista concedida al Daily Telegraph. El propio futbolista reconoce que mentiría si dijera que no disfruta del dinero que gana, al tiempo que dice que de alguna manera cree que los jugadores profesionales valen lo que cobran, porque “así es como funciona esta sociedad”. El único debe que se pone sobre sí el delantero danés es trabajar “tan duro como pueda”. Finalmente, Bendtner rechazó comparar los salarios de los futbolistas con el de los banqueros y financieros porque, según dice, su trabajo es fundamental para el resto de la sociedad. Con quien sí le gusta hacer paralelismos es con los actores, tanto ellos como los futbolistas practican “entretenimiento de primera clase”. De acuerdo, a partir de ahora le llamaremos Bendtner, Nicklas Bendtner y será el particular 007 del Arsenal.

Este debate sobre el valor de los traspasos de futbolistas y sus nóminas es tan viejo como el fútbol aunque cobra más relevancia si cabe en nuestros días, por la crisis que vivimos y porque los precios de los fichajes en vez de bajar, se mantienen altos. Opino que el fútbol es un poco una burbuja y todo está un poco inflado. Contados futbolistas se merecen realmente gramo a gramo, euro a euro lo que cobran. El resto se beneficia de tener a buenos agentes que negocian excelentes contratos o de haber tenido una buena temporada y haber conseguido encandilar al dirigente de turno. En lo que a Bendtner respecta, es un buen jugador, pero no tanto como para que se merezca la atención que él reclama para sí. Desde que debutara con el primer equipo en la 2007-2008, Bendtner suma 142 partidos oficiales y 42 goles (0,29 goles por partido), siendo la temporada 2008-2009 la de su explosión como futbolista. Creo que para el precio que Wenger pagó por él ha dado un rendimiento excelente al Arsenal y sin ir más lejos desatascó a los Gunners en el partido de vuelta de semifinales de Carling Cup contra el Ipswich hace dos semanas. Eso sí, Nicklas es un oportunista nato. Sus goles llegan cuando más los necesita el equipo y es que a parte del ya mencionado de Carling Cup, el año pasado sostuvo a su equipo en la lucha por el título con varios tantos decisivos. Claro que, Wenger es un empedernido rotador de jugadores y si Bendtner no es capaz de sobrevivir porque no se siente importante, la puerta del club estará abierta. El danés es un perfecto complemento para la delantera de los londinenses que este año cuentan con un triplete de un muy digno nivel, con Van Persie, Chamakh y Bendtner. Ninguno es un anotador nato, pero son jugadores decentes que vienen bien a la clase de juego que practican los de Arsène Wenger.

Bueno, a todo esto. ¿Demostrará esta noche Bendtner que él lo vale?

domingo, 6 de febrero de 2011

La guerra que Platini jamás ganará

La Premier League alcanza un máximo histórico de gasto en el mercado de invierno justo en el epicentro de la mayor crisis económica desde los años 30. Ni más ni menos que 264 millones de Euros. Da que pensar que la liga inglesa, que tradicionalmente se ha mostrado reacia a tirar la casa por la ventana en enero lo haya hecho este año. No sabemos qué extraña enfermedad aqueja a las islas Británicas pero en el viejo continente parecemos estar a salvo. Ha sido el Calcio italiano la competición continental que más ha invertido en el mercado de invierno con 125,5 millones de Euros, menos de la mitad que Inglaterra. Mientras, Alemania gastó 59,1 millones, España invirtió 41,8 millones y Francia 13,2 millones. Según las cifras oficiales, sólo en Alemania y Francia los clubes recibieron en traspasos más de lo que gastaron, indicando una clara muestra de un fútbol sostenible y saneado. Esta retahíla de cifras no es sino que una espada de Damocles que se cierne sobre la figura del presidente de la UEFA, Michel Platini. Y es que a menos de un año de que entre en vigor la nueva normativa de Fair Play financiero patrocinada por el ex futbolista francés ninguno de los grandes del fútbol europeo parece dispuesto a cumplirla. Por resumirla brevemente, estas directrices pretenden que los clubes se autofinancien los fichajes con el dinero procedente de las ventas, de forma que ningún equipo tenga que confiar su futuro financiero a un mecenas que cuando decida irse deje a la entidad llena de deudas.

Tabla del gasto en invierno, por liga, realizado por el Daily Telegraph.


No hay temporada que pase en la que no tenga más claro que Platini se ha metido en una guerra que no conseguirá nunca ganar. Luchar contra el sistema basado en el dispendio sin ton ni son -medida esta tan lógica y loable por los tiempos que corren- resultará tristemente estéril mucho me temo. Si a menos de un año de la entrada de la norma y los clubes no contienen el gasto… ¿Qué más pruebas que esa se necesitan para verlo claro? El fútbol es cada vez más un negocio y menos un deporte. Siempre fueron los futbolistas los que se enriquecían con todo esto, luego se sumaron los entrenadores, también los dirigentes y ahora los últimos en subirse al carro son los representantes. Estos últimos han convertido al fútbol en un mercado persa donde sus representados son pura carne que se vende al mejor postor. Los contratos no se respetan y los agentes FIFA azuzan a sus futbolistas para que busquen un traspaso con el que ´pillar cacho´. No amigo Platini, hay demasiados intereses como para que el fútbol se autorregule a sí mismo. Tristemente. Habría que preguntarle incluso a los aficionados. ¿Oiga, usted se sacaría el abono del Madrid si Florentino no trae el verano a un Cristiano, un Zidane o un Ronaldo? ¿Y usted, se abonaría al Chelsea si Abramovich no trae un Torres, un Drogba, un Malouda o un Shevchenko? Mucho me temo que la respuesta es que muchos dejarían de ir al fútbol con tanta asiduidad, y bueno, los periódicos dejarían de vender tanto. ¡Ay los periódicos! Ellos son casi tan culpables como los representantes en esto de la banalización del fútbol.

Fíjense cómo estarán las cosas cuando hasta los responsables de las ligas de fútbol se contagian del clima consumista. ¡Ellos, que deberían de ser un brazo armado de la UEFA! El jefe Ejecutivo de la Premier League, Richard Scudamore, considera que un futuro traspaso de 100 millones de Libras por uno de los jugadores que milita en la liga que dirige es “inevitable”. Total, que en vez de impedir que la bola de nieve siga creciendo directamente nos resignamos. Ciertamente contradictorio, Scudamore no duda en tildar de “absurdo” el precio que ha pagado el Chelsea –Erm, Roman Abramovich- por Fernando Torres, pero al mismo tiempo es capaz de ver los beneficios que tienen los megatraspasos en el fútbol actual. “Si ese dinero llega al club que vende y este lo gasta en cuatro jugadores, cuatro clubes recibirán una parte y estos podrán invertir en otros futbolistas de otros equipos y de esta manera se crea una economía alrededor de un solo traspaso por lo que existen aspectos positivos en ello”, reflexionó.

Mientras, John W. Henry, el estadounidense propietario del Liverpool FC cuya forma de gestionar el club se sitúa a una distancia sideral de los otros norteamericanos de la Premier –los huidos Hicks y Gillett y la familia Glazer- ha dado un espaldarazo a la normativa de Fair Play financiero de Platini en una entrevista en exclusiva a The Guardian. No sabemos si por despecho o porque realmente cree en ello, pero Henry ha cargado contra el método Abramovich y se ha mostrado contundente en que la prudencia en el gasto debe imponerse en el fútbol. Él, según dijo, predicará con el ejemplo. Para quienes le achaquen que acaba de pulirse 57,8 millones de Libras en Suárez y Carroll el dice que ese dinero no es del club, ya que procede de lo recaudado por las ventas de Fernando Torres al Chelsea y Ryan Babbel al Hoffenheim. “Me sorprendió que el Chelsea nos hiciera una oferta de 50 millones de Libras por Torres poco después de que trascendiera que el club acumuló pérdidas por valor de 71 millones de Libras en el ejercicio 2009-2010. Quizá es que clubes como el Chelsea pretenden evadir la nueva normativa UEFA”, espetó el norteamericano. Razón no le falta. Hasta ahora no tengo más que aplaudir todas sus decisiones al frente del Liverpool y es que el magnate estadounidense ha introducido algo de cordura y orden dentro del antaño caótico equipo de Anfield. Ahora sólo falta que las cosas les vayan bien, y que el propenso a las lesiones Andy Carroll mantenga la magnífica forma que trajo del Newcastle.

Me doy cuenta de que soy un romántico pero quiero que vuelvan algunas cosas del fútbol de antes. No me resulta nada agradable encontrarme en la prensa y la radio con las luchas encarnizadas de jugadores como Alves que obcecados por el representante de turno están a punto de dinamitar su carrera deportiva abandonando un club ganador por un experimento con gaseosa tipo Manchester City. Un límite salarial como el que tienen en la NBA no sería de recibo. Ya es hora de que el fútbol se parezca un poco más a la mundana realidad de la gente de a pie, en vez de que nosotros soñemos de pequeños con darle patadas al balón como manera de llegar al estrellato y vivir una vida de placeres.