jueves, 24 de mayo de 2012

Y la Premier se tiñó de 'Sky Blue' (Resumen del año)

Decían los Beatles que el dinero no puede comprar el amor (‘Money can’t buy me love’) y muchos locos por el fútbol pensaban que sólo el dinero no puede comprar el éxito. Esto es que un club sin historia no puede llegar a la cima de la noche a la mañana con dinero, por mucho que este sea. Pues bien, esta temporada 2011-2012 nos ha demostrado lo contrario. El Manchester City ha escalado todavía un peldaño más al conseguir alzarse con la Premier League en un final agónico, de esos que quedan grabados en los anales de la historia y sólo comparable a aquella temporada 1989 en la que Arsenal y Liverpool se jugaron el título en un partido que enfrentaba a ambos en la última jornada. Todo Manchester se ha teñido estos días de azul, azul cielo, y la propia Premier League también. Los ruidosos vecinos ‘Noisy neighbours’, que así gustan llamarse los aficionados del City, han formado este año más algarabía que nunca. De esta forma empezamos el balance de la temporada 2011- 2012 que Escena Premier League quiere brindar una vez más a sus fieles seguidores.

Campeones. Final de infarto, gol de Agüero y título para los 'citizens'


Manchester City ha sido, sin duda, el ganador con mayúsculas. Eramos muchos (me incluyo) los que pensábamos que una temporada como la anterior, en la que los de Mancini levantaron la FA Cup y se clasificaron para la Liga de Campeones, era de momento lo máximo a lo que podía aspirar este City. Pero nos equivocamos. Una más que regular campaña ha permitido a los hasta hace poco segundones de Manchester levantarle el trofeo en el último minuto a sus más fieros rivales. Pienso que ha habido varias claves en este éxito. No me atrevo a poner las cosas en un orden pero sí a enumerar. El Manchester City ha sido un bloque que ha tenido a ‘Kun’ Agüero como su auténtico estilete. El fichaje del argentino se antoja fundamental para entender este triunfo. El ex de Atlético de Madrid coronó su fenomenal año marcando el gol que valió el título y que sumaba el número 23 en su cuenta goleadora (tercer mejor máximo artillero tras Van Persie y Rooney). Dentro de esa solidez del bloque es absolutamente necesario destacar la figura de Vincent Kompany. Este defensa belga llegó a la Premier League sin hacer mucho ruido y ha acabado siendo quizás el mejor central de Inglaterra. Además, el club supo reaccionar a tiempo para incorporar a Tévez, un jugador de raza que no podía estar fuera por una simple rabieta. Finalmente, a parte de la mencionada regularidad, creo que la clave ha estado en los dos partidos que los de Mancini jugaron con el United en liga (1-0 en el Etihad y el escandaloso 1-6 de Old Trafford). Este City del jeque de Emiratos Árabes Mansour bin Zayed Al Nahyan puede no tener límites. 

¿Fracaso del Manchester United? Este año el United no ha levantado trofeo alguno. A estas cosas no está acostumbrado Sir Alex Ferguson. Muchos pueden decir que como los ‘Red Devils’ estuvieron luchando hasta el final no puede hablarse de fracaso. Quizás no lo sea pero sí que debe haber una reflexión. Sí, por que no es normal que el United se quede apeado en la fase de grupos en la Liga de Campeones, por que no es normal que fuera eliminado de esa forma por el Athletic Club en la Europa League y por que tampoco es normal que el equipo pinchara tanto en los últimos compases de la competición doméstica, cuando era primero y se lo jugaba todo. Francamente, este año el United ha sido Wayne Rooney y poco más. Ni Chicharito, ni Welbeck, ni Nani, ni Carrick, ni la defensa. Se salvan de Gea (a ratos), Scholes (voluntarioso y cumplidor a su edad) y Valencia (un puñal por la banda). A medio gas este United no iba a poder nunca con las ganas y el potencial del Manchester City. Es una opinión muy personal pero gran parte de la pérdida de la Premier League ha de achacarse a Sir Alex Ferguson, que se está volviendo cada vez más conservador con la edad. 

Deja una sensación agridulce la temporada para el Newcastle United. Las ‘hurracas’ remaron y remaron para morir en la orilla. Es una auténtica pena por que al menos merecían una cuarta plaza (que a la postre no habría servido para jugar previa de Liga de Campeones luego del triunfo del Chelsea FC). Este equipo nos ha puesto una sonrisa en la boca a todos los aficionados el buen fútbol. Una entidad que en dos años se había desprendido de valores tan importantes como Andy Carroll, José Enrique, Joey Barton y algún otro no podía jugar más que a evitar el descenso… ¿no? Pues una lección de fútbol nos hemos llevado. Gracias al ‘savoir faire’ de un tapado Allan Pardew y la excelente labor de scouting a la hora de fichar este equipo ha sido la bomba. Tim Krul (porterazo), Yohan Cabaye (mucha clase), Hatem Ben Arfa (regateador y pasador de lujo), Demba Ba (artillero incansable) y Papiss Cissé (goleador de pedigrí). Todos fichados en el último año salvo Ben Arfa y casi diría a precio de ganga. Pues han hecho un TEM-PO-RA-DÓN. Una lástima que se desinflaran en el tramo final… pero la Europa League no tiene por que ser un premio menor. 

Este Arsenal FC no da buenas sensaciones. Un año más hubo culebrón veraniego: ‘Cesc’ Fábregas abandonó la nave. El equipo empezó descentrado y tuvo un gran bache de resultados. En la ‘Champions’ una noche aciaga en Milán les apeó y en las competiciones domésticas lo de casi siempre: Wenger confunde a los suyos, pone un equipo de circunstancias y te elimina cualquiera. La gran noticia para la parroquia del Emirates es que Van Persie ha dado un paso al frente. Nos ha demostrado a todos la talla de goleador que tiene. Eso sí, se le ha hecho larga la liga. Se echaron de menos sus goles en las últimas jornadas en las que el Arsenal vio incluso peligrar su puesto de Liga de Campeones. ¿La defensa? Como siempre. Vermaelen y Koscielny te convencen tres partidos y echan todo por tierra en uno. Así no se puede llegar lejos. Vamos a ver si los ‘Gunners’ consiguen mantener a Van Persie y suman alguna incorporación más a la prometedora de Lukas Podolski. ¿Acaso Clint Demsey? Soñar es gratis.

Todo para última hora. De la noche a la mañana el Chelsea ha pasado de hacer una temporada mediocre a arreglarlo todo y ser, quizás, la mejor de toda su historia. La tan deseada Liga de Campeones y la FA Cup en la que derrotaron al Liverpool bien lo merecen. Como no podía ser de otra manera, esta ha sido una temporada convulsa con entrenador despedido (André Villas-Boas, el penúltimo capricho de Abramovich), follón en el vestuario, cambios generacionales que iban a hacerse pero que no se consiguen y un Torres que siguió con la pólvora mojada hasta casi el final. De este equipo se salvan Cech, Drogba, Mata y los momentos de lucidez (cuando los tiene) de John Terry. Auténticos ‘outsiders’. Nadie contaba con ellos para la Liga de Campeones pero el método Roberto di Matteo funcionó. Era cierto que había una deuda histórica con este equipo. Pero vamos, que no esperen más porque ocasiones como esta no van a volver a llegar. 

Un bluff en White Hart Lane. ¿Cómo han podido dejar escapar la Liga de Campeones? Cuando restaba un mes y algo más de competición eran terceros y con ventaja. Pues en ese tiempo dilapidaron los puntos que tenían y han visto como la victoria de sus vecinos londinenses les han dejado otro año más sin jugar la máxima competición europea. Un año decepcionante si tenemos en cuenta que no llegaron nada lejos en la Europa League (fueron eliminados por equipos de medio pelo) y tampoco pudieron llegar a la final de la FA Cup. Los flirteos de Harry Redknapp con Inglaterra y la baja forma de algunas estrellas pueden explicar la temporada. Quizás tiempos pasados fueran mejores en White Hart Lane. Lo cierto es que jugadores como Modric o Bale pueden tener las horas contadas en el norte de Londres. 

David Moyes nunca deja de sorprendernos. Si tienen un equipo en dificultades económicas y cero euros para gastar no busquen más, contraten al escocés. Este año ha vuelto a hacer maravillas con el Everton. Fue repescar al sudafricano Steven Pienaar y la máquina empezó a hacer virguerías. Eso y Nikica Jelavic, que le birlaron al capitidisminuído Glasgow Rangers. Lo cierto es que hicieron un rush final de liga excelso y pueden en el Emirates enviarles algún regalo (si no lo han hecho ya) a los de Moyes porque ese empate in extremis con el Manchester United pudo valer el título. 

Fracaso sin paliativos. El hecho de que la leyenda Kenny Dalglish fuera fulminantemente despedido apenas dos semanas después de acabar la liga creo que lo dice todo. Ni siquiera haber ganado la Carling Cup y haber perdido por la mínima la FA Cup salva la temporada. El Liverpool ha hecho su peor clasificación de la década y ha permitido que sus rivales del Everton quedaran por encima en la tabla. Todo ello a pesar del ilusionante proyecto que vendieron al inicio de campaña con las llegadas de Charlie Adam, José Enrique, Jordan Henderson y Stewart Downing. No se ve nada claro el panorama para el Liverpool. Primero a ver quien lleva las riendas del equipo y a ver si aciertan con los fichajes si no o mucho me equivoco o se le ha pasado el arroz al otrora dominador de la liga inglesa.

Adiós. Los malos resultados han condenado a Dalglish
 
Discreta campaña del Fulham. Ni muy bien ni mal. Este ha sido el año de Clint Dempsey que sin duda debería abandonar Craven Cottage en busca de títulos. Un año más, Craven Cottage ha sido un fortín, y en ello han basado los londinenses su permanencia. Sin embargo, la irregularidad de los de Martin Jol ha hecho que ni siquiera tuvieran opciones de Europa League. 

Bravo. Bastante decente campaña para el West Bromwich Albion, que cuenta con una de las plantillas más humildes y más ‘barata’ en salarios. La gran noticia en ‘The Hawthorns’ es que el próximo año habrá entrenador nuevo porque Roy Hodgson se ha puesto a los mandos de los ‘Pross’. 

Swansea y Norwich. Los junto a los dos porque han quedado undécimo y duodécimo respectivamente y por que han sido dos agradables sorpresas. Han hecho un buen fútbol y no han tenido apuros para mantener la categoría. ¿Quién lo hubiera dicho al inicio de campaña? Ambos conjuntos han contado con sólidos bloques formados por jugadores que la mayoría dieron el ascenso desde la Championship. Los entrenadores (Brendan Rodgers y Paul Lambert) han sido claves. Por destacar a alguien me quedaría con Michel Vorm y Gylfi Sigurdsson en el Swansea y con John Ruddy y Grant Holt en el Norwich. 

Cambio de entrenador y gracias. Más que pobre temporada del Sunderland. Salvaron la categoría, sin apuros pero cabría haber esperado un poco más de los del Stadium of Light. Steve Bruce salió mediada la temporada y llegó Martin O’Neill que si llegan los fichajes compondrá un más que interesante equipo para el año próximo. Entre Larsson y Sessegnon se disputan el título de jugador más destacado. 

Campaña más floja del Stoke en los últimos años. Aceptable actuación de los ingleses en la Europa League, en la que fueron el único club de la Premier League que pasó la fase de grupos. Luego fueron eliminados por el Valencia. El Stoke se jugó las últimas jornadas ya salvado y bueno pienso que a Tony Pulis se le puede pedir algo más. No me ha llamado nada la atención del Stoke este año. Recordar que el año anterior jugaron la final de la FA Cup, que perdieron con el Manchester City. Las comparaciones son odiosas. 

Roberto Martínez vale su peso en oro. Un año más volvió a obrar el milagro. ¡Vaya sprint final! Siete triunfos logrados entre las jornadas 30 y 38, entre ellos las victorias ante Arsenal, Manchester United, Newcastle y Liverpool. Poca broma. Tanta culpa de la permanencia la tienen también los Al Habsi, Di Santo y Moses. Será difícil que Martínez siga una temporada más, si no es así tendrá que ir encargando cajas y cajas de valium. 

Desastre, decepcionante, mediocre. Nadie pensaba que este Aston Villa podría caer tan bajo. Podría haber sido peor si hubiera perdido la categoría. Entre la salida continuada de jugadores y la mano de McLeish este Aston Villa está irreconocible. No se auguran buenos tiempos tampoco para los de Villa Park, más que nada por que el dinero escasea por allí. 

Finalmente el QPR obró el milagro. Testigos de primera en la gloria del Manchester City que podría haberles llevado a la Championship. Llegaron jugadores y Mark Hughes cumplió. Por los pelos pero los de Londres seguirán un año más en la Premier League, muy a pesar de Joey Barton, que sigue demostrando por qué cada día es menos futbolista y más camorrista. Doce partidos de sanción le han caído por la tontería de la última jornada. Otro titular: “Salvador Cissé (Djibril en este caso)”.

Tángana. Barton volvió a hacer de las suyas.

Triste es el descenso del Bolton. Se habían convertido en todo un clásico. Un equipo por el que tantos españoles habían pasado en los últimos años, desde Fernando Hierro pasando por Iván Campo y terminando por el hijo de Marcos Alonso. 

Otra casa de los líos. Así están las cosas en Blackburn. Dos equipos por los que pasó ‘Big’ Sam Allardyce han dicho adiós a la Premier League la misma temporada, al tiempo que el mismo entrenador otrora de Blackburn y Bolton sube ahora con el West Ham. La venganza es un plato que se sirve frío. Qué decir del Blackburn… pues que el cambio de propiedad ha hundido al club y que se descapitalizó. Chris Samba salió por peteneras y allí había poca gente comprometida. 

Triste adiós del Wolverhampton. Las cosas no pintaban bien cuando el club cortó la cabeza a todo un símbolo, el preparador irlandés Mick McCarthy. Creo que pudo haber sido una decisión errónea, más si cabe que con su sucesor y antes ayudante Terry Connor, el club acumuló una racha de resultados incluso peor que la que tuvo con el irlandés al frente. Lo cierto es que pedir que Wolverhampton sobreviviera un año más es como hacer la cuadratura del círculo. Al Wigan le ha salido, pero esto no va a ser eterno. Cuando no tienes gol lo acabas pagando.

jueves, 10 de mayo de 2012

Roberto Martínez: llamenle Señor Milagro

Roberto Martínez ha vuelto a hacerlo. Ya tiene un nuevo milagro que sumar a su cuenta. Gracias a un sprint final portentoso el español ha conseguido hacer del Wigan un equipo de Premier League el año que viene. El carácter y el coraje imprimidos por el técnico catalán a sus jugadores han resultado decisivos para el levantar de un conjunto que parecía hace un mes abocado al descenso. Roberto Martínez va mereciendo dos cosas ya: un monumento en esta ciudad del Norte de Inglaterra y un equipo de más caché con el que demostrar su sapiencia al tiempo que lucha por títulos. Este año ha sido el más dificil todavía: por la situación que el equipo había vivido durante los dos primeros tercios de competición, por la presión que se cernía sobre el técnico y sobre todo por el calendario final que Wigan tenía. Aún así se han asegurado la permanencia con estilo, consiguiendo seis triunfos ligueros entre las jornadas 30 y 38, en los que derrotaron, entre otros, a Liverpool, Manchester United, Arsenal y Newcastle. Sí, el Wigan, ese equipo que se había pasado media temporada en descenso y que ya coqueteó los dos años anteriores con la Championship. Lo dicho, Roberto Martínez está haciendo historia en Wigan. Y he aquí la historia de Roberto Martínez en el Wigan. 

Líder. Roberto Martínez ha sido el alma del Wigan estos tres años.
 
Quizás muchos piensen que las primeras páginas de esta historia se escribieron en 2009 cuando Martínez tomó las riendas del Wigan, recién llegado a la categoría de oro del fútbol inglés. No fue así, todo se remonta al año 1999 cuando el ya entonces presidente del club, el empresario y ex jugador Dave Whelan fue a Zaragoza a traerse a Martínez y a otros dos españoles más (José Seba e Isidro Díaz). Cuentan que fue una especie de flechazo. Whelan quedó prendado de las maneras de Martínez, sobre todo, aunque acabó fichando a los tres tras verlos actuar en las categorías inferiores del Real Zaragoza. “El presidente quería darle estilo al equipo y se fue a España a buscar talento. Desde nuestra llegada nos trató como si fuéramos tres hijos suyos. Nos abrió las puertas de su casa. Fue, desde luego, una experiencia increíble”, relataba el propio Martínez en una entrevista publicada en el Daily Mail. 

Wigan y los ‘Three amigos’ 
Los tres españoles fueron rápidemente conocidos entre la afición como ‘The three amigos’. Un poco por la influencia de la prensa inglesa y otro poco por aquella película americana protagonizada por Chevy Chase. Entre la barrera idiomática y la llegada a un país diferente que vive el fútbol de manera muy particular estos tres españoles contemplaron con perplejidad como desde un principio recibieron todo el cariño de la afición. Un poco siguiendo con la historia de la película empezaron a aparecer sombreros mejicanos en el estadio. Ellos, por su parte, se hicieron inseparables… tanto que hasta vivían juntos. “Pensé que iba a ser una experiencia de un par de años, y que sería divertido. Entonces no tenía ni idea de que pasaría la mayor parte de mi carrera deportiva en el club”, apostilló Martínez en The Observer. 

Tan bien marchaban las cosas para Martínez que logró anotar en su debut con los ‘Latics’. Fue, sin embargo, una tarde amarga puesto que su equipo salió derrotado. Aquel fue el preludio de lo que finalmente tornó una gran temporada a nivel personal. Martínez acabó máximo realizador del equipo con 13 goles en todas las competiciones y el broche de oro fue el reconocimiento de Jugador del Año en la Division Three otorgado por la Asociación de Jugadores (PFA). Además, a nivel del equipo, fue nombrado jugador del año. El colofón a la temporada significó el título de campeón de la división logrado por el Wigan, que además consiguió el Football League Trophy.

Martínez estuvo en Wigan durante seis temporadas y fue quien mayor aportación realizó al club de los conocidos como ‘Three amigos’.




Al final de la temporada 2000-01 Martínez dejó el club y decidió probar fortuna en otros equipos del fútbol inglés. Primero fue el Motherwell en Escocia, en el que sólo jugó 8 partidos, y luego el Walsall donde tampoco le acompañó la suerte (participó únicamente en un encuentro, en el que además resultó expulsado). En enero de 2003 Martínez se unió a las filas del Swansea City galés con un contrato de media temporada. En un espacio tan corto de tiempo el español pudo ganarse la capitanía y ayudó al club a mantener la categoría. Sus buenas prestaciones hicieron que renovara y pese a las reticencias del entrenador que hizo un amago de apartarlo, al final acabó jugando mucho y bien. Martínez se mantuvo en Gales hasta el final de la 2005-2006, cuando ya acumulaba 111 partidos con los ‘Swans’. Su penúltima experiencia como jugador iba a ser en el Chester City, al que llegó en mayo de 2006. Después de su aventura en Chester volvió al Swansea donde se le ofreció la oportunidad de ejercer de entrenador jugador. Martínez quiso inicialmente mantener sus opciones de juego pero finalmente acabó convenciéndose de que lo suyo era pasarse a los banquillos y de esta manera colgó las botas con 33 años. 

Martínez se mantuvo dos temporadas en el Swansea hasta que le llegó la oportunidad de rencontrarse con su pasado, con el club de sus amores que ahora le ofrecía la posibilidad de entrenar en la Premier League. Entre los hitos alcanzados por este en el banquillo de los ‘Swans’ se cuenta el ascenso a la segunda categoría, la Championship, por primera vez en la historia del club. Su decisión de marcharse del Swansea no fue bien acogida por su afición que le agradeció su fidelidad con el mote de‘El Judas’. 

Entrenador en Wigan 
En el momento de su llegada el Wigan contaba ya con cuatro temporadas de andadura en la Premier League, las cuatro primeras temporadas de la historia del club en la máxima categoría. La llamada de Whelan a Martínez para sustituir al destituido Steve Bruce era un auténtico desafío para el español y un reto apasionante. 

No pudo empezar con mejor pie Martínez en su nueva etapa como entrenador ya que el Wigan venció en su primer partido de la temporada de la Premier League 0-2 en casa del Aston Villa. La buena forma no continuó, sin embargo, ya que el equipo perdió sus tres siguientes compromisos ligueros. La primera victoria de Martínez contra uno de los grandes cayó a manos del Chelsea, al que vencieron 3-1. No tuvieron igual suerte en su enfrentamiento ante el Tottenham en White Hart Lane donde cayeron por 9-1 siendo esta la segunda derrota más abultada de un equipo en la historia de la Premier League (Anteriormente el Manchester United había vencido 9-0 al Ipswich Town). Este Wigan acabó la temporada en el puesto 16 de la clasificación, con 36 puntos (9 victorias, 9 empates y 20 derrotas). 

Un final nada acertado estuvo cerca de condenar al descenso al Wigan. Los de Marínez sumaron únicamente 5 puntos en sus últimos 7 partidos. En esta su primera temporada de nuevo en la élite, Wigan no estuvo ni una sola jornada en puestos de descenso. Llegó, por lo tanto salvado a la última jornada, en la que encajó una dolorosa derrota 8-0 ante el Chelsea. Únicamente dos veces durante la temporada el equipo logro sumar dos jornadas sin conocer la derrota. Wigan finalizó la temporada con una diferencia de -42 en la cuenta goleadora, todo un record histórico. 

Con el ánimo de haber afrontado con buena nota su primera temporada en la élite Martínez se disponía en el verano de 2010 a diseñar una plantilla a su medida. Ya por entonces el español tuvo que ver como algunos de los jugadores con mayor presencia del equipo se marchaban, tentados por el dinero y las oportunidades brindadas por clubes de mayor talla. Entre aquellos que se fueron destacan los nombres de Mario Melchiot, Titus Bramble, Jason Scotland o Paul Scharner. 

El Wigan repitió clasificación al final de la temporada 2010-2011. Gracias a un sprint final consiguió eludir el descenso. Un tramo definitivo de la temporada no apta para cardíacos que vio al Wigan estar en el puesto 19º (de descenso, por tanto) con solamente una jornada por disputarse. Los ‘Latics’ sumaron 11 de 18 puntos posibles y el equipo se salvó de la quema. Esta temporada el Wigan estuvo en descenso durante 9 jornadas. El equipo empezó la temporada perdiendo 0-4 con el Blackpool y 8-0 con el Chelsea. No fue un buen comienzo desde luego. Al final el equipo cosechó 9 victorias y 15 empates para sumar un total de 42 puntos, lo que le bastó para mantener la categoría. Entre los nombres a destacar, el del meta omaní Ali Al Habsi, que llegó cedido del Bolton mediada la temporada y logró maquillar los números y su diferencia de goles se mantuvo en unos decentes -21.

Fiabilidad. Al Habsi ha sido todo un descubrimiento, un baluarte defensivo.

Esta ha sido, quizás, la temporada más difícil para Martínez y su Wigan. Un verano más algunos jugadores importantes se fueron, caso de N’Zogbia y Cleverley. Además, durante el año baluartes como el colombiano Rodallega han estado lastrados por las lesiones. Sin embargo, una vez más, un portentoso sprint final ha propiciado que el equipo de la región de Greater Manchester haya salvado la categoría a falta de una jornada para el final. Al Habsi ha sido providencial otra vez y la raza de Victor Moses, el oportunismo de Franco di Santo y la solidez defensiva mostrada han sido los puntos clave de este equipo. Un Wigan que desde la jornada 30 hasta la 38 ha conseguido seis triunfos ligueros, además ante rivales de entidad como Liverpool, Manchester United, Arsenal y Newcastle. Si bien es cierto que este año el equipo ha coquetado más que nunca con la Championship al haber estado 24 jornadas en puestos de descenso de las cuales 14 de ellas lo hacía como último clasificado. Roberto Martínez ha estado más cuestionado que nunca y ha visto como otros técnicos como Mick Mc Carthy (Wolverhampton), Steve Bruce (Sunderland), Neil Warnock (QPR) caían, incluso estando sus equipos en situaciones menos complicadas. La paciencia y confianza de Dave Whelan ha acabado demostrándose vital a la hora de la permanencia. 

Vencer al Manchester United
Roberto Martínez y sus chicos están escribiendo la historia de este joven e inexperto club inglés radicado en una ciudad donde el verdadero deporte rey es el Rugby. Tanto es así que cuando hace unas semanas el Wigan dio la sorpresa venciendo al Manchester United resulta que fue la primera vez que esto ocurría, tal y como así concedió el propio técnico a los medios: “Fue la primera vez que conseguimos llevarnos punto alguno ante ellos”. 

Es evidente que la aspiración del catalán no es hacer del Wigan un espejo del Manchester United, valga la comparación por el hecho de que el técnico de los Red Devils lleva ya un par de décadas ocupando el banquillo en Old Trafford. Martínez tiene mucho que agradecerle al club pero no hay la menor duda de que él ya ha devuelto mucho de lo recibido. “Quiero gente que entienda este club, esta sociedad. Como manager necesitas llevar un club de fútbol como si fueras a estar ahí 100 años. Necesitas sentar las bases de algo para la gente que te sustituya”, indicó el entrenador en el Daily Mail. Es la filosofía de Martínez. 


Martínez es un rara avis. Un técnico con estudios, culturalmente versado y más que cómodo en el Reino Unido, no en vano está casado con una escocesa y hace más de una década que está establecido en las islas. Además el catalán ha estudiado Fisioterapia y tiene un master de posgrado en Marketing y Empresa por la Universidad de Manchester que consiguió sacarse durante su etapa de jugador en el Wigan. 

Ya este verano se especulaba con su posible salida del club. No podía decirse que dejaba al Wigan en la estacada toda vez que había obrado el milagro de mantener al equipo. Además se abría la puerta de un gran club como era el Aston Villa, que veía como su entonces técnico, el francés Gerard Houllier debía retirarse de los banquillos por una afección cardíaca. Sin embargo pese al ruido mediático, Martínez no hizo movimento alguno y permaneció fiel a su club. “¿Por qué no dejé Wigan? No fue una decisión de fútbol, fue una decisión humana. Era una oportunidad de mostrar lealtad y apoyo a una entidad que respeto. Además pienso que un entrenador debe dejarlo cuando piense que el club necesita otro técnico”, explicó Martínez. Quizás después de otro equilibrio de funambulismo futbolístico el tiempo le haya llegado a Martínez. Habrá alguna puerta que se entreabra y le dé la bienvenida. ¿Liverpool, Aston Villa, West Bromwich quizás? Sea donde sea a Roberto Martínez queremos verle cada fin de semana en un estadio de la Premier League, porque se lo ha ganado.