jueves, 9 de febrero de 2012

El último 'affaire' Terry se cobra su primera víctima

No es Eric Cantona, ni tampoco Dennis Wise. No existe evidente parecido con Paul Gascoigne y tampoco es exactamente Wayne Rooney. Sin embargo John Terry comparte algo con los anteriores y es ser un auténtico ‘Enfant Terrible’ de los terrenos de juego del fútbol inglés. Lo suyo no es la excentricidad ni tampoco es llamar la atención. Simple y llanamente, él se busca sus propios problemas. El defensa del Chelsea es uno que tropieza dos veces con la misma piedra y que parece vivir cómodamente en el terreno de la polémica extradeportiva. Pues bien, como si del ajedrez se tratara, en donde el ataque a una pieza rival puede llegar a suponer indirectamente que el enemigo se cobre una pieza propia, el último affaire de John Terry acaba de provocar el primer daño colateral: la dimisión del seleccionador Fabio Capello.

La trayectoria deportiva de John Terry ha estado jalonada de polémicas, escándalos y altercados. En sus inicios se vio influenciado negativamente por la estela del más que controvertido mediocampista inglés Dennis Wise. Raro era el mes en el que The Sun o Daily Star no publicaran fotos o crónicas de las juergas de estos dos en la noche de Londres. Eso cuando no agredían a alguien o eran acusados de asalto. Con la salida de Wise y otros veteranos como Leboeuf, Desailly, Vialli y otros, a Terry le llegó la madurez. Incluso José Mourinho decidió nombrarle capitán. Durante unos años la vertiente gamberra del central quedó aparcada. Luego este volvió a salir a la palestra luego de que se descubriera que, por su cuenta y sin conocimiento del club, cobraba a aficionados por hacerles entrar en las instalaciones del club y presentarles a algunos jugadores. No mucho después fue su padre quien manchó el nombre de la familia después de ser descubierto por un periodista de investigación del News of the World vendiendo cocaína. Edward Terry, que así se llama su padre, admitió su culpabilidad en los tribunales y fue condenado. La más reciente diablura de Terry ocurrió en los prolegómenos del Mundial de Sudáfrica 2010 cuando se descubrió que este había mantenido un affaire con la ex compañera sentimental de Wayne Bridge, ex compañero suyo de vestuarios en el Chelsea y por entonces jugador del Manchester City. Aunque la fémina en cuestión estaba separada de Bridge, ambos mantenían hijos en común, algo que encendió más el asunto. Por aquella historia el jugador del Manchester City anunció que no iría a la selección para no compartir vestuario con Terry. Ello creó un ambiente enrarecido entre los habituales de los ‘Pross’ convirtiendo el vestuario entre aquellos a favor de Terry y aquellos que estaban en contra. Se habló más de aquello que de la convocatoria de Fabio Capello para el Mundial.

La última (supuesta) fechoría deja a Terry como un racista. Es necesario andar con todas las precauciones del mundo puesto que es un asunto que está en proceso de ser juzgado. Todo ocurrió en Loftus Road, el estadio del Queens Park Rangers, hace algunos meses cuando el Chelsea visitó al equipo local en partido de liga. En un encontronazo entre el Terry y el jugador del QPR Anton Ferdinand –a la sazón hermano de Río Ferdinand, jugador del Manchester United y segundo capitán de Inglaterra- el defensa Blue habría insultado y realizado comentarios racistas dirigidos a su entonces rival. Incluso, supuestamente, circulaba por Internet un video en el que se mostraba con cierta nitidez como Terry realmente vejaba a Ferdinand, aludiendo al color de piel del segundo. Inglaterra es un país bastante sensibilizado con el racismo por lo que esta polémica ocupó las primeras páginas de los diarios y medios de comunicación y ha trascendido a los juzgados y al hecho de que se cuestionara la idoneidad de que Terry representara a Inglaterra como capitán de la selección.

Y llegamos al punto que ha motivado la marcha de Capello. Don Fabio llevaba tras de sí varias estocadas cual toro de Mihura. Su trayectoria como seleccionador inglés no ha estado tampoco exenta de polémica. Y es que pese a toda la expectación y confianza con la cual los Pross afrontaban la cita mundialista se diluyó rápidamente por el penúltimo affaire Terry y por el rendimiento de los jugadores en Sudáfrica.

Dentro de este ambiente de alegría y positivismo los directivos responsables de la selección decidieron renovar a Capello antes del mundial, aumentando su sueldo y su cláusula de despido. La rumorología decía que clubes italianos estaban detrás del técnico para hacerse con sus servicios después del mundial. Aquello que pareció un sensato y magistral movimiento en los despachos desembocó en una mini-crisis. De repente los ingleses se habían dado cuenta de que Capello no era un nuevo Alf Ramsey que les iba a llevar a tocar las mieles del éxito como en el 1966. Pero claro, despedirle les iba a costar un ojo de la cara así que aguantaron con él. Le hicieron prometer que haría limpieza en el vestuario y que iba a dar la manija del equipo a los jóvenes. Con más o menos dificultades los ingleses se clasificaron para le Euro de Ucrania y Polonia y parecía que las aguas volvían a la calma.

David Bernstein y Fabio Capello en la previa de un partido de clasificación.


Pero el nuevo affaire Terry y el estado de crispación que ha provocado en la opinión pública ha obligado a los ejecutivos a tomar la decisión de quitarle la capitanía al defensa del Chelsea, todo ello sin el consentimiento del seleccionador, manager y máximo responsable deportivo. Capello había quedado desautorizado. El técnico italiano apostaba por esperar al dictamen de la justicia para tomar una decisión. Pero claro, ello no iba a ocurrir hasta después del Europeo. Mientras, la postura de los ejecutivos era que a un jugador que había manchado su nombre en tantas ocasiones no podía dársele el beneficio de la duda. Así, Capello recurrió a la televisión italiana, la RAI, para despotricar contra los ejecutivos de traje y despacho por haberle ‘puenteado’ y eso no gustó nada en el seno de la Football Association. Incluso se llegaron a filtrar informaciones que afirmaban que el comportamiento del técnico suponía una ruptura del contrato y de sus obligaciones. Dentro de este ambiente enrarecido llegó una reunión al más alto nivel entre la parcela técnica de la selección (Capello y su mano derecha Franco Baldini) y los responsables ‘políticos’ (David Bernstein y Alex Horne, presidente y secretario general, respectivamente). Una parte ardía en deseos de ‘cargarse’ a Capello desde hace tiempo y ahora aún más por no seguir la línea ‘política’ de despojar a Terry de la capitanía, mientras que el técnico convencido desde hace tiempo que sus días con Inglaterra están contados y que no tiene el apoyo de la prensa, ni de los directivos veía con buenos ojos una ruptura amistosa de su relación contractual.

Este es para mí un triste final a la aventura de Capello como técnico inglés. El ex de Milan, Real Madrid y Roma se merecía, como mínimo, acudir al Europeo. Igualmente pienso que este no era un técnico adecuado para una selección como la inglesa. Inglaterra es un país muy particular, con su idiosincrasia y una forma muy especial de ver el fútbol. Ningún entrenador foráneo (fuera del espacio Reino Unido) jamás llegará a sacar el máximo rendimiento a esos jugadores. Primero porque hace falta conocer el fútbol que practican los ingleses. Es el mismo toda la vida y no van a cambiar su estilo. Después porque hace falta ganarse a los jugadores y difícilmente eso va a ocurrir si no se domina el mismo idioma. Únicamente una personalidad fuerte y marcada como la de Mourinho tendría papeletas para funcionar. Luego, claro está, tener un buen entrenador no es garantía de nada, porque son los jugadores los que sacan adelante una competición. Y eso, amigos ingleses, es harina de otro costal…

miércoles, 1 de febrero de 2012

Manchester United: ¿Lesiones? ¿Qué lesiones?

Gracias al Comunio versión Premier League que seguro todos ustedes conocen, últimamente consulto con bastante frecuencia el parte de lesionados y bajas de los equipos que militan en la máxima categoría del fútbol inglés. La motivación para ir adelante con este post viene por unas declaraciones realizadas por el técnico del Arsenal, Arsène Wenger, que retumban todavía en mi mente. Decía algo así: “Veremos el verdadero potencial de este equipo cuando recuperemos a los lesionados. La gente no se da cuenta que es muy difícil hacer frente a equipos muy potentes de la mejor liga del mundo cuando tenemos una plaga de lesiones en defensa y otras líneas”. Esta fue la reacción del entrenador francés al verse asolado por las preguntas de los informadores tras la derrota en casa ante el Manchester United. Y no se daba cuenta Wenger que recurría un discurso demagogo que podía desmontarse fácilmente si echaba la mirada a la situación de su entonces rival. Volviendo al parte de bajas. El Manchester United ha copado el top3 de este ranking desde casi el inicio de la temporada y ahí lo tienen, primero de la tabla igualado a puntos con el Manchester City, que no tiene nunca lesionados.

El Manchester United comenzó la temporada con una apurada victoria en casa del West Bromwich Albion (1-2). Entonces, salvo la baja de Javier ‘Chicharito’ Hernández, podría decirse que los vigentes campeones salían con su once de gala. Un año más Sir Alex Ferguson había apostado por no traer jugadores de renombre pero contar eso sí con una amplia plantilla. Los grandes fichajes eran jugadores como Tom Cleverley o Danny Welbeck, que regresaban de cesiones, y Phil Jones y Ashley Young que procedían de Blackburn y Aston Villa respectivamente.

Cinco partidos consecutivos logró ganar el Manchester United en su arranque liguero, entre ellos un arrollador triunfo (8-2) frente al Arsenal y unas convincentes victorias sobre Tottenham y Chelsea (3-0) y (3-1) respectivamente. El primer lesionado de importancia fue Nemanja Vidic, que aguantó 51 minutos en el primer partido de liga. Este logró recuperarse de la lesión pero se rompió el ligamento cruzado en un encuentro de Liga de Campeones contra el Basilea, perdiéndose toda la temporada. La siguiente baja llegó durante la victoria 5-0 ante el Bolton, también en los primeros compases de la temporada. El joven centrocampista Tom Cleverley, que estaba maravillando después de volver de su cesión en el Wigan, sufrió una lesión en su tobillo de la que recayó en diciembre. Chris Smalling, repescado también por Ferguson del Fulham, se postulaba como el recambio todoterreno en defensa pero las lesiones también se cebaron con él. Como muchos otros compañeros ha estado yendo y viniendo del dique seco todo lo que llevamos de temporada. Luego le tocó el turno al brasileño Anderson, que causó baja por varios meses en noviembre.

La defensa ha sido el área más perjudicada por las lesiones. Río Ferdinand, al que la edad no perdona, ha estado más tiempo en el banquillo y la grada que en el campo. Patrice Evra ha unido un bajo estado de forma a las lesiones y la polémica engendrada por su rifi rafe con Luis Suárez. Jonny Evans, que parecía el menos favorito para la defensa, ha jugado bastante pero también se ha visto perjudicado por las lesiones. Incluso los laterales Rafael y Fabio han caído víctima del infortunio. Ferguson no ha podido contar mucho con ellos y ha tenido que inventarse a Antonio Valencia como improvisado acompañante de Patrice Evra en los flancos. Phil Jones parecía el más respetado por las lesiones pero primero un golpe en el rostro y ahora una lesión en el tobillo le han dejado varios partidos sin jugar.

La baja más importante del centro del campo ha sido la de Darren Fletcher. El inglés se ha visto obligado a poner fin a su temporada debido a una colitis ulcerosa. Además, Ashley Young, que había empezado la liga como un tiro, ha estado renqueante desde diciembre por problemas en el tobillo. Michael Carrick, otro peso pesado del plantel, también ha pasado momentos lesionado. Carlos Nani y Wayne Rooney se han perdido los últimos encuentros por el mismo motivo aunque se espera que puedan estar recuperados para el choque del fin de semana contra el Chelsea.

Ni la portería ha estado exenta de lesiones. Amén de las dudas suscitadas por las actuaciones de uno y otro portero, Sir Alex Ferguson ha debido romperse la cabeza para encontrar un buen portero debido a las lesiones. Sin ir más lejos el United puso a jugar ayer a su cuarto portero, el joven inglés de 21 años Ben Amos, dado que De Gea y Anders Lindegaard están lesionados. El tercer guardameta, el polaco Tomasz Kuszczak, no despierta muchas simpatías al técnico escocés por lo que se quedó en el banquillo pese a ser más experimentado.

Ya hemos dicho que Wayne Rooney está actualmente en el dique seco. Javier Hernández, ya recuperado y marcando goles, empezó la temporada lesionado. El portugués Bebe, es lesionado de larga duración. Además, Michael Owen, cayó en un partido de Liga de Campeones en diciembre y desde entonces no está disponible.

La plaga de lesiones ha obligado a Ferguson a llamar a Paul Scholes, retirado el pasado verano, que se encontraba entrenando en las categorías inferiores del club. El resultado fue más que positivo, ya que marcó en su primer encuentro de vuelta y actualmente es titular en el eje del conjunto de Manchester.

Fuente: Physioroom. Información actualizada a 31 Enero 2012


Trece. Es el total de jugadores lesionados del Manchester United, según figura en el listado oficial de bajas proporcionado por los clubes. El Sunderland le sigue con 8 lesionados y el Arsenal, que por momentos era el club con más jugadores no disponibles, cuenta hoy con 5 lesionados (André Santos, Diaby, Jenkinson, Gibbs y Wilshere).

¿Plantilla corta y/o mal confeccionada o plaga de lesiones? Las excusas ahí están, para utilizarlas cuando uno lo vea conveniente. La realidad es la que es también. La visible cantidad de bajas sufrida por el Manchester United no ha impedido al equipo seguir la senda del sorprendente Manchester City. Una vez más propongo a Arsène Wenger y al Arsenal que se lo hagan mirar.